OT: Antes de iniciar este capitulo pido disculpas puesto que en mi trabajo no había podido conectarme al blogger. y tuve que venirme a un cyber para poder realizar esta tarea... La semana que viene en vez de 1 publicación montaré 2. Gracias por seguir mi blog... FOT.
CAPITULO 0
“EL CADAVER DE LA NOVIA ” (IX)
“El sabor amargo de la Bilis …”
Ahí
estaba yo… en el asiento de atrás del vehiculo, con los pantalones aún húmedos
a causa de mis necesidades fisiológicas que salieron sin mi consentimiento, sin
saber como sobreviviríamos a la pesadilla que estábamos viviendo.
Santiago
iba en el asiento de copiloto del vehiculo, con las manos amarradas en la
espalda por nuestra propia seguridad, tras la mordida sabíamos que se
convertiría en una de esas cosas, y él también lo sabía, pero ninguno tuvo el
valor para acabar con su vida cuando aún mantiene conciencia de su entorno.
Aníbal se encontraba conduciendo con el machete en su regazo por si Santiago
lanzaba algún tipo de ataque poder defenderse automáticamente, y yo aquí atrás
llorando como un niño pequeño tras saber que aún estoy a salvo y vivo… ¿Cómo?
Existe una razón fácil y practica, cuando escuche el crujido de carne y huesos,
no eran los míos, fue Aníbal que le había atravesado el cráneo a la criatura
con un machete que se había traído del local.
Me
salvó la vida y fue a donde Santiago a revisarlo, para ver su mordida, y que
tan mal parecía estar en aquel momento. La verdad que hasta este momento
Santiago no ha dicho nada de sentirse con ganas de comernos ni nada así, nos
dijo que se sentía como enfermo, como si tuviera fiebre y débil, al contrario
de cuando lo tocamos que se estaba poniendo helado, su piel se aclaraba poco a
poco, las venas comenzaron a sobresalir y era posible verlas a simple vista. Y
sus ojos… sus ojos se fueron llenando de sangre como si se les hubieran
reventado las venas del mismo, y las pupilas también estaban comenzando a
cambiar de color…
Todos
esos detalles los notó mas que todo Aníbal que estaba pendiente de cualquier
cambio en Santiago, de seguro para sus anotaciones mentales, o para informarlo
después, yo sencillamente quería salir de aquel pueblo. Ya no me interesaba
nada, mi dignidad se había ido para el retrete, mi novia al infierno, mi amigo
a los brazos de la muerte, el otro al mundo de ninguna esperanza y Aníbal y yo
sencillamente estábamos por caer en la locura, porque ya estábamos en el mundo
de Alicia sin la parte maravillosa.
Aníbal
nos contó que cuando entró en el local de nuevo, encontró a 2 de esas cosas
comiéndose a una mujer, muy bien vestida, y por lo que pudo deducir, una de las
que comía era la mujer que escucho temprano como “gimiendo”, y el otro su
atacante inicial. Creíamos que posiblemente era una pareja que se había parado
a tomar combustible, el esposo llenaba el tanque mientras lo atacaron, y ella
había ido a buscar algún refrigerio encontrando su muerte.
Buscó
en el área de jardinería del local, y tomo 3 machetes, los puso en el suelo
cerca de él sin que las criaturas lo escucharan, y de un golpe fuerte en la
cabeza atravesó medio cráneo del hombre, que se veía mas corpulento y que podía
ser mas amenazante a la hora de un contraataque que realizara la criatura. El
machete se le quedó atorado entre carne, huesos y piel, por lo que opto a
dejarlo inmediatamente y tomar otro de los machetes que había dejado en el
suelo cerca antes de hacer su movimiento.
A
la mujer cuando se le acerco le dio un tajo fuerte a la altura de la boca en
horizontal… No me gustaría ser tan expresivo y visual, así que solo describo
que la parte superior de la cabeza que salio “volando” había pegado de un
estante a un lado, con botellas de alcohol, tumbándola y creando una reacción
en cadena que fue lo que nosotros escuchamos desde el vehiculo.
Luego
solo le cortó la cabeza por el cuello al cuerpo de la otra mujer en el piso, y
no quiso ni intentar de arrancar el machete a la primera criatura, se concentró
en tomar una bolsa con provisiones de comida, agua, y una botella de whisky 25
años para poder pasar el sabor a bilis que tenía ante el asco de lo que acababa
de hacer, junto a varias otras botellas de otros licores.
Cuando
salió, vio como Santiago se quitaba de encima a la criatura que lo había
mordido, y al intentar verme no lo logró, por lo que inmediatamente bajó la
mirada, sin ver al sujeto “sentado” del lado de la gasolinera que había visto
sin piernas ni corazón. Por lo que soltó la bolsa y corrió, mi grito de
desesperación justo antes de él llegar fue lo que le hizo lanzar el tajo del
machete calculando el golpe que me salvó la vida (aunque casi pierdo la
posibilidad de tener hijos… y pensándolo bien ¿quien quiere hijos en mi
posición actual?).
Una
vez pasado el momento, se puso a conversar con Santiago y no logro convencerlo
de cortarle el brazo rápidamente para intentar de detener el paso del virus o
veneno o lo que sea que fuera a su torrente sanguíneo, a lo que claramente se
rechazó y no pudo convencerlo, le dijo que con algo caliente que quemara la
zona muerta sería suficiente para matar cualquier infección, que no aceptaría
ninguna amputación…
Con
un mechero que trajo calenté una parte del machete, mientras Aníbal le hacía un
torniquete en el brazo y le daba unas telas para morder y que pudiera aguantar
los gritos. El olor a carne quemada no es muy diferente al de la carne de res
al cocinar en una parrilla sin más que sal, solo faltaba el olor a carbón y me
hubiera imaginado un fin de semana de juerga con los amigos del instituto que
más nunca pude ver.
Ahora
esta ahí, al parecer con mucha fiebre y poco a poco convirtiéndose en una de
esas cosas. No sabemos como a David lo atacó tan rápido y a Santiago se esta
tardando un poco más, aunque Aníbal cree que es porque Santiago sigue con vida
y la mordida no había alcanzado una vena ni nada así para llevar el virus más
rápido como a David.
Mientras
andábamos en el vehiculo lentamente evitando los cuerpos en el suelo, las
calles que tomamos fueron para salir por el norte del pueblo pues desde el sur
habían muchos cuerpos en las calles (posiblemente por el ruido al momento de
llegar), y no queríamos dañar el único vehiculo que sabíamos podía seguir
funcionando. Encontramos una videocámara y unas notas en la guantera del
vehiculo, junto a un arma 9mm con 10 balas en la peineta.
Encontramos
muchas calles cerradas, y estuvimos dando vueltas por muchos lugares y calles
buscando una manera de salir. Decidimos detenernos silenciosamente en un
supermercado que encontramos con las puertas abiertas y algo de luz en el
interior. Lo limpiamos de 2 criaturas que estaban adentro sin hacer ruido,
buscamos provisiones y tomamos un momento para descansar, recuperar energías,
comer algo y ver el video que estaba en la videocámara. Las cosas que supimos
gracias al video y a las notas nos dejaron consternados…
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