miércoles, 28 de diciembre de 2011

Capitulo 4 “SEXO Y MUERTE EN EL JACUZZI” I “El camino a la perdición…”

Capitulo 4

“SEXO Y MUERTE EN EL JACUZZI” I

“El camino a la perdición…”



A ver, como inicio mi historia personal. Creo que lo mejor es explicar un poco como era mi vida en esa época cuando el Apocalipsis no se había desatado sobre la tierra. Yo era un típico estudiante, de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV).



Tenía ya 2 años estudiando en esta universidad, durante el bachillerato junto con unos profesores habíamos creado el “Periódico del Instituto” que eran apenas unas pocas hojas impresas con noticias de los eventos del instituto y algunas cosas que pasaban en los alrededores. Donde era reconocido por ser el “director” del periódico y el único que no le importaba los regaños de los profesores al hablar de las peleas, los problemas entre los profesores y los alumnos, los escándalos y cosas así.



En la universidad, apenas había comenzado en la escuela de comunicación social, inmediatamente busqué ponerme en contacto con el centro de estudiantes, averigüé de los grupos periodísticos internos para ver si me dejaban ingresar en el mismo… y así fue.



Ya dentro, conocí a Saray, era mi chica ideal, bella, con algo de cuerpo pero no demasiado como para atraer la mirada de todos los hombres, pero aún teníamos poco tiempo como para poder dar más descripciones de ella en cuanto a personalidad. Lo que si voy a decir es que muchas veces teníamos muchas discusiones estúpidas, y yo buscaba escaparme por los caminos fáciles de la presión y las decepciones.



Una de esas formas de escaparme era con Brittany, una de las chicas mas bellas y deseadas de la facultad, cuerpo con medidas 95-60-92 no era el típico y perfecto cuerpo de supermodelo, pero su genialidad, su carisma, su sonrisa, y las practicas de tenis la mantenían como quería.



Durante sus prácticas muchos chicos siempre se pegaban a las canchas a verla jugar con la falda, y era muy popular, pero no se le conocía novio alguno. Y era ahí donde yo quería entrar.



Nos habíamos conocido por casualidad en una salida de una noche, que tuve con unos amigos, fuimos a una discoteca en las mercedes, y la había visto en la pista de baile, ahí, hermosa, con su cabello bailando al son y al ritmo de la música, mientras su cuerpo era una combinación sensual casi al nivel de una diosa.



Yo sabía que no estaba a su nivel, no todavía, pero cuando fuera más conocido ella misma sabría de mi existencia y de ahí podría entonces conocerla. Sí lo se, tenía pareja, pero la mayoría del tiempo las cosas no estaban como para preocuparme por ello.



Iba para la barra a buscar unos tragos, y pasé por su lado a propósito, sabía que si algún día me le presentaba, tenía que hacer que mi rostro por lo menos le pareciera conocido, así sea que me viera de refilón en algunos lugares. Entre la luz encendiéndose y apagándose del local y la pista de baile, clavé mi mirada en sus ojos, hasta que por alguna razón parecía haber notado que estaba ahí y se me quedó viendo también mientras continuaba bailando, nunca olvidaré esos hermosos ojos en ese nuestro primer encuentro visual cara a cara.



Estaba pidiendo los tragos en la barra, y hablando con el Barman mientras servía el trago, cuando escucho una voz por detrás de mí muy suave, sensual y cálida… “¿Me permites saber qué tomas?”. Al voltear la tengo frente a frente y casi la “atropello” puesto que estaba muy cerca de mí, nuestros rostros quedaron muy cerca uno de otro, observándonos directamente a los ojos, sus profundos ojos azules claro, no se notaban mucho en esta oscuridad, pero cada vez que la luz nos pegaba eran como chispazos que salían de ellos y me hechizaban aún más de lo que esperaba.



Debí de tener una cara de completo idiota, porque se hecho a reír, pasó de mí y le pregunto al de la barra que me había servido porque al parecer me había mordido la lengua que no hablaba.



- Depende de que quieras tomar para que te acompañe un rato… (volteó a verme de nuevo a la cara), yo prefiero el whisky a la roca, mi amigo esta tomando un cuba libre, y el otro un Alejandro porque no le gusta beber mucho, pero yo sería capaz de tomar cualquier bebida de este local con tal de hablar unos minutos con los ojos mas hechiceros que he visto en mi vida…

- ¿Porque dices que son los ojos mas hechiceros?

- Cada vez que la luz te los ilumina, su azul claro pareciera lanzar una chispa de embrujo que atraparía a cualquier incauto, y al parecer soy el primero que atrapan para ti esta noche.

- ¿Y quien te dijo que yo quiero atraparte?, mis ojos sencillamente embrujaron a quien se les quedó viendo aquí, a quien se les queda viendo cuando estoy en mi practica de tenis mientras los demás miran mi cuerpo, a quien no dejó de verme como un león observando a su hembra, o un tierno amante en silencio que no es capaz de decir las cosas que piensa al objeto de su amor…

- ¿Desde cuando sabes…?



Me colocó un dedo en los labios para silenciarme, se sonrió acercándose a mi oído y hablarme muy cerca mientras sentía su calido aliento en mi cabello y mi cuello.



- Lo note porque eras el único que no se quedaba como un pendejo en las practicas, sino que me veías directo a los ojos como buscando explorar mi alma, y seguías tu camino. Porque eres el único que ha sido capaz de buscar siempre ver más allá de mi cuerpo, buscando la verdad en mi mirada, sin miedo a lo que puedas encontrarte, lo sé porque yo también tengo tiempo viéndote Lionell, y si quiero aceptar ese trago que me querías ofrecer.



Me sorprendió enormemente que conociera mi nombre, y sentí la manzana de Adam moverse en mi garganta mientras tragaba grueso pensando mis próximas palabras en el nivel de nervios que tenía.



- Yo no quería ofrecerte ningún trago… por lo menos no hoy específicamente, sino a futuro cuando supieras que existía.

- Entonces ya se que existes, y mis amigas saben que uno de tus amigos también existe, digamos que es una cita a ciegas, y nada más, para conocernos porque tu has estado estudiando mis ojos azules, pero yo me he perdido pensando en esos hermosos ojos tuyos que cambian de color.

- ¿Cómo sabes lo de mis ojos?

- No lo sabía por completo, de hecho creía que usabas lentes de contactos, hasta que lo noté hoy cuando los tenías oscuros y aquí hablando frente a frente se te han puesto de un verde tan claro como el más hermoso pasto primaveral al retirarse la nieve del invierno, mostrando su color más hermoso que estaba escondido debajo de toda aquella blancura.



No se diga más… la conversación y el destino habían llegado, ella no tenía novio, sabía que yo tenía mi novia, y por ello no se llegó a mas nada aquella noche. Pero para mí fue una de las mejores noches de mi vida, conversamos, pudimos pasar una hermosa velada, bailamos, disfrutamos y su sonrisa cada vez me atrapaba más.



El tiempo poco a poco fue haciendo crecer nuestra relación de amigos, ya no era raro vernos en los pasillos hablando el grupo entero, y todo el mundo se preguntaba que pasaba entre nosotros, aunque nunca se llego a saber nada. Al menos que alguien de allá aún este vivo y lea estas líneas.



Un día yo había estado muy mal, había salido mal en algunas evaluaciones, porque después de ayudar durante semanas a Saray con sus estudios y sus trabajos, tuvimos varias discusiones, peleábamos casi por cualquier cosa, el estrés nos tenía separados muchas veces, y ella no daba señales de querer mejorar la relación.



Me fui a la calle a caminar, no se como terminé en Chacaito, y decidí bajar al Mc Donal’s a comprarme algo de beber y caminar un rato hacia las mercedes. Me compre una bebida, y continué caminando, al pasar por el Miga’s en las mercedes, noté que las personas estaban todas congregadas observando el televisor escuchando algo y muy pendientes.



Al principio creía que era seguramente algún partido de Baseball que se me había olvidado, tal vez un Caracas Vs. Magallanes, y me acerqué a ver como iba el juego. Para mi sorpresa no estaban pasando ningún juego sino que pasaban por el canal de noticias, que habían ingresado un grupo, aún no contabilizado, de personas al Hospital Universitario de Caracas, a la Clínica Ávila en Altamira, al Hospital de Catia y otros hospitales y clínicas de la capital, personas que al parecer habían sido victimas del virus que estaba atacando Estados Unidos, Canadá, Francia, España, México, una buena parte de Asia, se creía que también los países árabes como Iran, Irak, Egipto y Sur África, (aunque sin confirmaciones oficiales) y más cerca de Venezuela se había visto en Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina.



De Venezuela solo se conocían casos cerca de la frontera que el gobierno había controlado eficientemente y no existía peligro alguno de que continuara la propagación, pues habían puesto “fuertes alcabalas” con el ejército en las fronteras para detener a cualquier inmigrante y en los aeropuertos también se estaba haciendo un fuerte monitoreo con pruebas de sangre inclusive para evitar contagios.



Me parecía que esta sería otra “Gripe Porcina” que se creó la alarma mundial hace unos años, y a la final no fue tan fuerte. Yo decidí continuar mi camino, ya había escuchado mucho de esas noticias, y lo único nuevo es de las personas que habían ingresado las últimas horas, de las cuales algunos familiares decían que ellos habían llegado de Colombia o Brasil de algún viaje. Esto no desataría una guerra en la que me interesara en ese momento.



Continué caminando con mi refresco, tranquilamente mientras mi mente divagaba un poco en los acontecimientos, y en lo divertido que sería estar en ese momento en algún local con Brittany tomando, bailando y riéndonos como siempre hacíamos mientras me perdía en sus profundos y hermosos ojos. Y como por arte de magia alguien se detuvo frente de mí y casi la tropiezo, pero me logré detener a tiempo, para levantar la mirada y ver que era ella…



Mi sonrisa y mi cambio de actitud fueron instantáneos, y luego de una corta conversación comenzamos a caminar en dirección de regreso a Chacaíto, mientras le comentaba los problemas que tenía en ese momento. La universidad, la separación que venía de mi novia pues ya no la aguantaba más aunque no sabía como decírselo, y hasta le pareció gracioso que en un momento así estuviera pensando en sus ojos pues como ella misma me confesó, había tenido un día difícil, y también estaba pensando en mis ojos.



No se si fue inconcientemente, si mi sub-conciente trabajó por mí, si fue ella la que me llevo por el camino que quería o como ocurrió, pero en un momento de la conversación mientras la veía a los ojos me acerque a sus labios, y ella respondió con un suave y rico beso. Muy tenue, ligero, apenas un rose de los labios y el sabor de su boca había quedado en mí… Al observar un poco más la situación y ver donde estábamos note que teníamos el Hotel American Dallas a mi espalda.



No tuve que decir nada, ella tampoco, fue casi como si hubiéramos leído la mente del otro, y al mismo tiempo caminamos al interior. Al llegar a recepción me informaron que no tenían habitación disponible, no sería raro en un viernes cuando había sido quincena y estábamos en época navideña.



Me le acerco al hombre, y le he preguntado si aparte de las habitaciones normales, no tenía disponible la “Suite Presidencial”, el me soltó una sonrisa y me confirmó con un movimiento de la cabeza que si estaba disponible, pero que su costo era elevado, y que estaba reservada el día siguiente a partir de las 12 del medio día así que si quería esa habitación tendría que entregarla antes de las 9 AM.



La verdad no me importó… Si de verdad iba a estar con esta chica de mis sueños y tener una primera vez con ella tenía que ser con todos los lujos. Pedí de una vez que me llevaran una botella de Whisky y pasé la tarjeta de crédito de mi padre, después me las arreglarías con él y vería como haría con esas cuentas para pagarle.





jueves, 22 de diciembre de 2011

Capitulo 3 “NOTAS DEL AUTOR II”

Capitulo 3

“NOTAS DEL AUTOR II”



Al momento de conseguirme con el Doctor, el mismo ya no tenía ningún pensamiento racional, era solo una bestia animal que se abalanzó sobre mí pero logre defenderme.



A veces me provoca llorar de la impotencia, esos primeros días fueron un infierno para muchas personas. Leer historias como estas, me hacen entrar en un conflicto, por un lado tenemos que ya el gobierno directamente estaba experimentando con este virus, y estos científicos también que lo ayudan teniendo el conocimiento de cómo va a ser utilizado. Por el otro tenemos a científicos como este que hacía su trabajo para poder ayudarnos a defendernos y a comprender la enfermedad y de esta manera estar más seguros en caso de que otra nación nos atacara.



Ahora resulta al parecer, (según las especulaciones de este Bioingeniero), que allá en Norteamérica se desató el Apocalipsis por un error humano. Alguien soltó a las criaturas, y no sería de extrañar, bajo el nivel de estrés y locura que se describió que vivieron dentro de ese lugar.



Después de leer esas notas, entregarle a su familia las pertenencias que tenía del doctor, y mientras he estado publicándoles esta historia he estado intentando de contactarme con la Dra. Garrido, aún continúa sin quererme dar una audiencia o una reunión



Pero no me voy a desanimar, en algún momento tendré que conseguir lo que quiero. Y bueno, ya en este punto no es tan importante que continúe sin revelar mi identidad, después de todo, si me dan la audiencia, el gobierno puede desaparecerme y nadie se enteraría de lo ocurrido.



Mi nombre es Lionell Rodríguez, mis amigos me conocían como “Lionheart” “Corazón de León” en español y soy… bueno era Venezolano cuando el Apocalipsis se desató. Cuando todo comenzó yo apenas tendría unos 19 años, y estaba estudiando en la universidad Periodismo. Ya había realizado unos pocos trabajos por aquí, otros por allá, pero mi pasión era ser periodista de guerra. Cuando era más joven, en la televisión pude observar muchas guerras, (películas, noticias, prensa…) conflictos por crisis económicas mundiales, recesiones, guerra en Egipto, (un lugar donde fue muy feo el brote Apocalíptico uniendo una guerra civil interna con el desconocimiento del virus), la caída de dictadores, la iglesia con sus problemas internos haciéndose públicos… el mundo sencillamente se iba a la mierda delante de mis ojos y yo solo veía las cosas por los televisores queriendo estar ahí en primera línea.



Estudié en bachillerato Historia Universal y siempre me aprendía más los detalles de las batallas, las estrategias, el terreno, las ventajas y desventajas de cada uno de los bandos, sorprendiéndome como un grupo inferior en cuanto a fuerza y poder, lograba vencer a ejércitos mayores, más organizados y mejor armados con astucia, inteligencia y aprovechándose de las pocas ventajas con las que contaban, pero no me pregunten mucho por los años porque nunca he sido bueno para ello.



Es tan sorprendente como los humanos pasamos tantos años en guerras, unos contra otros, y fuimos nosotros mismos los que causamos, casi, nuestra aniquilación. Ha finales del siglo XX, principios del siglo XXI la gente tenía mucho miedo, por “profecías” que anunciaban el fin del mundo.



Algunos decían que sería un meteorito, otros que sería la tercera guerra mundial con las armas nucleares, otros que sería el choque de un planeta que no habían visto, muchos un virus, y estos fueron los que acertaron. No fue el SIDA, no fue el Cáncer, no fue el cigarro, la violencia, las drogas, las mafias, el terrorismo, fueron los millones de muertos que cayeron por culpa de todo esto y despertaron de nuevo.



En mi país se escuchaban noticias de los brotes mundiales que se estaban dando por todas partes. Cuando a mí en lo personal me alcanzó el Apocalipsis con el primer ataque que presencié, no estaba precisamente en el mejor lugar del mundo. Y aunque en su momento me daba pena y malestar contar como fue la primera vez que los pude ver, que pude observar a los muertos caminar, ahorita me parece sencillamente una historia más.



El Venezolano siempre se caracterizaba por ser bastante apático en cuanto a problemas mayores de otros países, siempre que este no los afectara. Cuando salieron los brotes de Rubéola, de Fiebre Amarilla, la gripe aviar, la gripe porcina, la enfermedad de las vacas locas, etcétera, etcétera, etcétera, el Venezolano contaba chistes y se reía de las cosas malas. Es una habilidad nata de estas personas para siempre encontrar el lado gracioso, el lado bueno y la parte menos dolorosa como para permitirse continuar viviendo con su dolor.



Pero mejor quiero aprovechar este momento para contar mi primera, y no única, experiencia con estas criaturas, mi primera experiencia con Ellos por allá, en la ciudad de Caracas que aún no ha sido reconquistada.



Cabe también recalcar antes de comenzar, que la mayoría de mis momentos que sentía que me iba a volver loco o simplemente que pasaba algo que consideraba de importancia, lo anotaba en una libreta que aún, al día de hoy, llevo conmigo, puesto que sabía que lo podría vender a algún periódico como historia y ser reconocido a futuro. Claro aquí esta más limpio que las simples notas que tomé en los momentos vividos.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Capitulo 2 “NOTAS DESDE EL INFIERNO” VIII “Los Héroes no existen…”

Capitulo 2

“NOTAS DESDE EL INFIERNO” VIII

“Los Héroes no existen…”



No he tenido el valor de dispararme, no pude… tome el arma entre mis manos, saque el cargador, coloque la bala que me quedaba mientras lloraba inconsolablemente. Nuevamente coloque la peineta y jale para que la bala estuviera lista para ser disparada. Me he quedado viendo por una hora el seguro del arma, tal vez más, cuando quitas el seguro ese puntito rojo de advertencia, solo me servía para recordar que una vez jalado el gatillo ya no había vuelta atrás, y un agujero del tamaño del cañón estaría en mi cabeza derramando sangre, perfectamente circular como el puntito del seguro que, invariablemente, sigue ahí…



Y no existe forma de explicar el miedo que se siente en todo el cuerpo, al ver el cañón acercándose a tus ojos, no pude continuar, y preferí meterlo en la boca apuntando ligeramente hacia arriba para que llegue al cerebro. El frío sabor del metal, sobre la lengua no es agradable y nuevamente los dedos no me dieron para jalar el gatillo.



He estado sintiendo dolor, mucho dolor, han pasado unas 3 o 4 horas desde que me mordió aquel hijo de puta. Ojala que el infierno se lo trague vivo y lo termine de cagar el diablo.



Mi última voluntad no va a ser para darme un tiro en la cabeza, mi última voluntad no es para sencillamente morir en vano, si no pude dejar una defensa definitiva, voy a tomar esta experiencia de “transformación” para explicar los síntomas, que tal vez a futuro pueda ayudar a alguien más. Prefiero pensar que a la final podré ser recordado como un héroe…



4 horas luego de la mordida: Diario del Doctor XXXXXX hace unas 4 horas aproximadamente fui mordido por un cadáver infectado, o como algunos en el complejo los llamaban, un zombie. Una de esas criaturas que han sido creadas en los laboratorios secretos y especiales en los que trabajaba para el gobierno de los Estados Unidos, si estas leyendo esto, prefiero que leas también las notas anteriores personales para conocer más lo que ha pasado en este lugar.



Actualmente tengo un dolor muy fuerte a nivel abdominal, posiblemente constricción estomacal, o algún tipo de reacción de los ácidos estomacales con el virus que está contaminando mi cuerpo.



Para el que lea estas líneas y en especial a los médicos, les parecerá raro lo que voy a decir, pero en momentos siento como el virus va pasando por alguna sección de mi cuerpo. Lo noté en el momento que me estaban dando dolores no solamente estomacales, sino en distintas partes del cuerpo como la espalda, las piernas y los brazos. En estos últimos fue donde observe como la vena se ensanchaba casi como si fuera a estallar, tomando un color muy oscuro y fácilmente visible.



He de recalcar que la mordida me la dio la criatura en el antebrazo izquierdo, mientras abría una puerta de seguridad empujándola con dicho hombro. En la mordida he perdido un buen trozo de piel, y músculos, en la zona central del incidente se puede observar incluso el hueso.



Me he colocado vendas limpias las cuales tendré que cambiar cada cierto tiempo, porque aunque no existe la cura a lo que me esta matando en este momento, quiero retrazarlo lo máximo posible para poder escribir estas notas, mientras buscaba el alcohol y vendas limpias para la herida encontré el computador que aún esta funcionando con la red interna y comencé la grabación de todo lo que ocurre, así también quede el audio en el mismo, por si alguien encuentra estas instalaciones. Ya el programa esta configurado que al culminarse las 32 horas de grabación, se guardará con el nombre de “La voz de la esperanza”, y será reenviado a todos los correos internos del laboratorio, para que pueda ser escuchado por cualquiera que logre acceder a las mismas.



6 horas: Me ha atacado un dolor de cabeza muy fuerte por un periodo de 30 – 45 minutos aproximadamente. Me ha tumbado en el suelo y he manchado parte de la libreta de sangre que me salía por los orificios nasales, por los ojos y oídos. Esas secciones las estoy pasando por encima para que la sangre no dañe lo que he escrito.



Durante el dolor de cabeza tuve un ataque mental, me estaba auto bombardeando con muchas imágenes de mi vida y mi familia, mi madre, mi padre que siempre me apoyó… les he fallado. La tumba de mis abuelos, todo bañado de sangre. Mi vista solo ve escalas de negros y grises, con todo lo demás en rojo como único color, ya revisé y no parece que tenga sangre en los ojos otra vez puesto que me enjuague con abundante agua, pero si estoy presentando múltiples venas reventadas dentro de ellos.



He encontrado una botella de whisky y en un principio al cambiarme el vendaje utilice un poco para limpiar la herida. La misma ya presenta superficialmente una capa gruesa de pus. Esta muy viscoso y con un olor muy fuerte, pero recordemos que la boca humana es uno de los lugares con mas bacterias conocido.



Ya a estas alturas prefiero no desperdiciar este delicioso whisky… Después de todo, es lo último que beberé antes de formar parte de las filas infernales… y en la última hora he empezado a tener mucha hambre, y no he visto nada comible así que ahoguemos un poco el hambre con líquido… Salud.



11 Horas: Ya debería estar durmiendo, la mordida se produjo ayer en la tarde, y ya estamos de madrugada. Sin embargo estoy presentando una sensación como de actividad y de poseer energías nuevas en mi cuerpo como si no necesitara dormir. Cada vez que lo intento comienzo a sangrar por los ojos y la nariz, algo debe estar presionando mi cerebro, posiblemente ya estoy sufriendo otros síntomas sin notarlo.



El ponerme a beber tampoco fue una excelente decisión. Apenas comencé a tomar el whisky lo vomite, con contracciones de la zona baja estomacal, en un principio creía que podía ser por el tiempo sin probar alcohol, o la mala calidad del mismo. Pero ya he encontrado que no es esa la razón. Creo que es por los cambios que estoy sufriendo, cada vez que pienso en comida normal me dan inmediatamente arcadas, y tengo que controlar las ganas de vomitar.



Pero en otras oportunidades pienso directamente en carne, una jugosa carne de ternera, un buen corte de res, un cochino asado, o un pavo de acción de gracias… la boca comienza a hacerse agua…



El brazo entero lo siento con un cosquilleo continuo como cuando a uno “se le duerme” una parte del cuerpo. Es una sensación como la que se describe cuando a las personas les va a dar un paro cardiaco. Y es aún peor sentir la presión de la sangre bombeando al mismo lo que aumenta el dolor.



13 Horas: El dolor ha desaparecido de mi cuerpo, ya no tengo movilidad en mi brazo izquierdo donde tuve la mordida, y esta negra por completo. Expele un olor a putrefacción muy fuerte que me ha hecho vomitar 2 veces ya. Me encuentro sudando fuertemente, y presento muchos escalofríos esporádicos por el cuerpo completo cada cierto tiempo. Los intestinos parecieran estar vivos, pues siento la parte baja de mi abdomen como si tuviera una orgía de solitarias moviéndose todas juntas



Siento un fuerte pitido en mis oídos, el sonido continúa y continúa sin dejarme descansar. Empiezo a sentir que las energías me dejan, quiero mantenerme despierto, se que no faltan muchas horas para dejar de pensar racionalmente y no poder continuar con el escrito, por lo que el audio será de mucha más ayuda a quien logre conseguirlo.



Mi estomago ya no esta tolerando nada. Hielo, agua, whisky, unas raciones que encontré de galletas y chocolate, todo ha sido devuelto por mi estomago sin durar mas de unos pocos segundos en el mismo. En este momento me pregunto, ¿Qué me matará primero, la fiebre, la infección o la deshidratación?...



18 Ho fiebre mu alta… dolor regresó ojos… hambre… vomitar y da hambre… no olfato, vista borrosa, escucho mucho… escribo para alejar hambre…



2… puerta… salir… ser héroe… comer… hambrr… no… no… no… muerto hamb… amor…



¿Parece que esta ocurriendo un milagro?... Me desmayé en algún momento de las últimas horas, y ahora me he despertado, el dolor ha desaparecido, la fiebre ha bajado y el color del brazo esta regresando aunque esta un tanto grisáceo, y aunque su movilidad esta un poco entumecida puedo moverla.



¿Será que mi sangre tiene algún tipo de anticuerpo efectivo contra este virus?, tengo que sacar sangre, tomar unas muestras y hacérselas llegar a alguien que pueda continuar nuestros estudios. Ha esta altura seguro que han escapado muchas de esas criaturas por los túneles que abrimos para escapar pero aún puede existir una esperanza para la humanidad.



No existe esperanza alguna, ninguna, mi sangre no esta circulando, es negra, espesa y viscosa, no tengo signos vitales, por alguna razón ahora soy uno de ellos, pero aún puedo pensar y hablar. ¿Será que todos al despertar aún mantienen algo de conciencia de quienes son?



El hambre es demasiado fuerte, mi instinto me dicen que deje de escribir y de hablar y busque comida, pero la verdad si puedo mantener un nivel de racionamiento prefiero continuar experimentando conmigo mismo.



Voy a buscar la puerta de salida, dejaré estas notas dentro de mis bolsillos y así, si ocurriera algo malo podrían leerlo y saber que todo lo hago para ayudar al resto de la humanidad.



(Estas últimas notas fueron ya encontradas manchadas de sangre, y existen secciones con muchos vacíos o espacios imposibles de leer, por lo que, aunque hice el intento de continuar leyendo y transfiriendo prefiero dejarlo hasta aquí.)

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Capitulo 2 “NOTAS DESDE EL INFIERNO” VII “Después de crear el mundo, al séptimo día…”


Capitulo 2
“NOTAS DESDE EL INFIERNO” VII
“Después de crear el mundo, al séptimo día…”

“Y el séptimo día, Dios se fue a descansar…” se que algo así dice la Biblia. No soy muy religioso, pero si existe un Dios allá afuera observando todo, debe tener un sentido de la gracia muy oscuro, o es un hijo de puta jugando con nosotros…

Después de 7 días encerrados habíamos salido por los conductos tal como lo planificamos. Los mercenarios habían colocado una granada a la puerta, y para jalar el gatillo de la misma se había amarrado con pabilo que encontramos en la cocina.

Cuando ya nos encontrábamos a una distancia segura en los ductos comenzó a recoger y a jalar el pabilo, arrancando de esta manera el seguro de la granada, y unos segundos después… Kaboom…

La detonación tenía doble intención. Primero intentar de matar a cuantos zombies fuera posible que se encontraran pegados a la puerta (que ya le habíamos quitado las mesas y demás quedando sólo asegurada con un par de sillas), y por otro lado abrir las puertas y hacer mucho ruido para atraer a todos los posibles a ésa área mientras intentábamos escapar por el ala contraria del complejo.

Hasta la espera de criaturas rastreras como las arañas, culebras y ratas, nos pudimos defender gracias al fuego de las bombonas de gas, aunque con unas pocas quemaduras leves al líder del equipo que iba delante de nosotros, cuando una serpiente lo alcanzó y se le enrollo en el brazo encendida en llamas, aún así pudimos llegar al siguiente cuarto seguro, donde tuvimos que acabar con 2 zombies en silencio.

Aún recuerdo el sonido de los huesos rotos con golpes de una silla metálica, y uno de los mercenarios tenía demasiada sangre fría, cuando le rompió el cuello a una de esas criaturas haciéndole girar la cabeza 180º, y aunque no mató al zombie con ese movimiento, el mismo quedó… no se como explicarlo… sencillamente no coordinaba sus movimientos acorde a su situación.

Luego fue mas sencillo atravesarle el cráneo y despacharlo para tener el área limpia. Se cerró la escotilla de ventilación para evitar que se metieran más criaturas rastreras mientras otro de los muchachos verificaba las heridas del líder.

Me duele… me duele demasiado y es difícil concentrarse en algo que no sea el dolor…

Abrimos las puertas y tal como esperábamos, el pasillo estaba medio vacío, o por lo menos lo suficiente para movilizarse rápidamente por el mismo, esquivar un par de zombies, golpear a otros para continuar el camino sin usar balas. Cosa que hicimos en completo silencio detrás de los 2 líderes y detrás teníamos al tercer mercenario protegiéndonos las espaldas.

Nuestra ruta era la sala de seguridad, desde ahí debíamos tener la posibilidad de ver como se encontraba el complejo, las cámaras de seguridad y quitarle los seguros a las puertas necesarias para poder salir de este infierno.

Poco a poco por los pasillos nos fuimos abriendo paso, estos tipos deben de tener estomago de acero, puesto que nosotros, (y yo mas específicamente) ya habíamos vomitado por lo menos 3 veces cada uno con los olores, la sangre, los desmembramientos… Ninguna película del genero “Gore” (creo que así les dicen), con toda su sangre y demás te preparan para ver algo así en persona.

Sabíamos que el cuarto de seguridad tendría zombies, posiblemente una buena cantidad de 15 o 20 zombies, que se hubieran resguardado en su interior y luego se convirtieran. Antes de abrir la puerta pudimos observar un gran charco de sangre en el borde de la misma, y parecía sangre fresca, aparte claro de la de los zombies que mataron y arrastraron a un lado de las puertas para poder abrirla.

Cuando abrieron las puertas listos para disparar a la horda que seguro esperábamos tras ella, nos sorprendió el inmenso silencio que reinaba en la sala de seguridad. Las luces funcionaban perfectamente colgando a una altura muy por debajo del techo que estaba oscuro, pudimos observar claramente que no teníamos zombies de pie en la habitación, aunque debíamos estar pendientes de los que se arrastran, ya habíamos pasado un mal susto con un par de ellos antes de llegar aquí.

Por Dios… quien puede aguantar un dolor tan profundo, las imágenes de lo ocurrido vienen y se van de mi mente de forma borrosa, por momentos quiero sencillamente matarme yo mismo…

Pasamos en silencio, lentamente ellos se posicionaron y comenzaron a revisar la sala, no habían cuerpos, o por lo menos no completos solo vimos brazos, manos, piernas y cabezas sin sus cuerpos como tal. Y mucha sangre, la sangre sobraba en la habitación pero no habían zombies.

Se apresuraron a cerrar la entrada y asegurarla, uno de ellos se quedó tras ella para escuchar y asegurar si venían zombies hasta la puerta. Los otros dos comenzaron a revisar las computadoras mientras mis compañeros y yo tomábamos un respiro.

Yo comencé a caminar por la habitación, observando las pantallas, las computadoras, revisando los papeles superficialmente por si veía algo extraño. Uno de los mercenarios nos llamó a todos, que tenía algo en pantalla que nos podía ayudar, cuando caminaba de regreso pisé algo pegajoso, como si hubieran masticado y dejado toda una caja de chicles en un solo lugar y atrapó mi zapato fuertemente.

Cuando logre zafar mi zapato, y continúe caminando note algo extraño en la habitación… Las lámparas cerca de la entrada se estaban moviendo y no veía al mercenario que la cuidaba, volteo a donde están los demás y tampoco estaba, pero aunque mi mente me decía que había algo malo en todo aquello, otra parte que intentaba mantener la cordura me decía que ya estaba con el grupo y sencillamente no podía verlo desde donde yo estaba seguramente.

Cuando me acercaba escuche a uno de los mercenarios informar que podíamos intentar de salir por un área de seguridad separada a las entradas y salidas normales del complejo, es decir una salida que no era ni las entradas de personal, ni los almacenes o los ductos que no nos apetecía subir escalando quien sabe cuantos pisos, (ya que el descenso habían sido 5 minutos sin detenernos desde la superficie hasta aquí) pero que estas vías eran unas vías de tren y posiblemente tendríamos que hacer el trayecto caminando..

El mercenario señalaba una puerta que estaba tras de mí, por la que podíamos llegar a esa salida, y que estaba abriendo las puertas en este momento, pero que tendríamos que llegar rápido para que no se escaparan muchos zombies del complejo mientras nos largábamos, y en ese momento escuchamos que algo golpeó el  suelo fuertemente, por lo que todos nos pusimos alertas y con las armas.

Uno de los mercenarios se acercó a la fuente de sonido y solo encontró el arma de el otro soldado, todos nos pusimos pendientes de lo que ocurría, sabía que algo había malo aquí, que no podía ser normal lo que ocurría, y fue cuando me acordé… Me acordé de los experimentos en los niveles inferiores, los “chicles” que había pisado, la lámpara moviéndose y comencé a correr hacia la puerta que habían señalado como ruta de escape, gritando y gritando del miedo mientras sentía como el orine bajaba por mis pantalones.

Al llegar a la puerta cuando la iba a intentar de abrir, y casi como en cámara lenta pude ver la cabeza del soldado de la puerta caer a mi lado desde el techo. Inmediatamente retrocedí por el miedo y caí en el piso viendo aquellos ojos gigantes, los colmillos y la boca bajando hacia mí.

Del puro miedo comencé a disparar, parecía que las balas no le afectaban, hasta que le dí en uno de esos ojos negros y oscuros como la muerte, sintiendo luego como un liquido oscuro, viscoso y espeso me caía encima mientras esa araña gigante se retiraba de nuevo.

Me levanté como pude, abrí la puerta y comencé a correr. A mi espalda escuché los disparos, y los gritos de desesperación, pero no quería voltear, al final del pasillo cuando fui a abrir la puerta me atreví a voltear para ver si la araña no me seguía o si alguno de los muchachos también había podido salir de esa habitación, pero nada se movía.

Al abrir la puerta, un zombie se abalanzó sobre mí… Ahora solo puedo decir que esos hijos de puta muerden como mil demonios, y no es nada fácil poderse zafar de ellos una vez que te agarran con esos dientes y su instinto animal.

Tuve que darle un disparo en la cabeza para eliminarlo y quitármelo de encima, di unos pocos pasos, y tenía varios zombies delante de mí que venían arrastrando sus pies buscando su comida. Disparé y disparé, y pude ver la sangre salir de sus brazos, de sus pechos de sus cráneos mientras presionaba mi brazo izquierdo contra la ropa evitando un poco la perdida de sangre del mordisco.

Me sentía débil, comencé a llorar, y me apunté a la cabeza, para terminar con mi vida. Ya había sido mordido, no quedaba nada que hacer, le lancé una maldición a Dios y jale del gatillo. Solo para descubrir que me había quedado sin balas.

Los zombies se seguían acercando a mí, empecé a llorar, y me lancé hacía la pared de la izquierda a recostarme para dejarme morir. No aguantaba más la presión, el miedo, la mordida, el dolor… Pero no era una pared, era una puerta que estaba abierta y caí dentro de la habitación.

Cuando el dolor me dejo pensar de nuevo cerré la puerta, y la atranqué con un mueble que estaba al lado de ella. Encendí la luz, y no había nadie en la sala… Es la sala de primeros auxilios que estaba detrás de la sala de seguridad. Había mucha sangre, pero no me preocupe en ver si había alguien mas aquí o no…

Mis ojos se cerraron, y descansé. No se por cuanto tiempo me desmayé. Pero al despertar, decidí escribir esta nota. Tengo un torniquete en el brazo, la herida dejo de sangrar sola, debe ser algún mecanismo del mismo virus o una cicatrización rápida que no me dejo desangrarme mientras estaba desmayado. Tengo también una última bala en mi bolsillo.

Hice lo mejor que pude por mí… Por mi familia que espero no lleguen a verme en este estado cuando el Apocalipsis los alcance, y espero que logren sobrevivir de alguna manera a todo lo que se desató esta semana…

Insisto en la ironía… Díos se tomo siete días en crear el mundo, y nosotros en siete días hemos desatado su destrucción… ¿Acaso la mano de Dios tuvo que ver algo aquí?, ¿Existirá Dios?... En realidad no creo en el mismo, pero en estos momentos no se si quiero averiguar su existencia, pues sea cierto o no, igual no me tocaría un buen lugar en el cielo, y lo que si tengo asegurado es un puesto entre las filas del ejercito del infierno, a menos que acabe en este momento con mi vida con un disparo en la cabeza…