martes, 30 de octubre de 2012

Capitulo 9 "Las selvas del infierno" IX Como Ratones Atrapados


IX
Como Ratones Atrapados...

Entre las notas el Descuartizador encontró información interesante… Aunque no comprendía todo lo que estaba observando en ese momento, ya que muchas de las notas hablaban de temas que no había estudiado por no ser necesarias en la armada, logramos comprender un poco que el agente químico originalmente era un agente volátil.

Eso me puso en alerta inmediatamente, pero la información no culminaba ahí… La inoculación de los pacientes se realizaba en ambientes herméticamente cerrado para que el virus pudiera ingresar en su cuerpo, puesto que el individuo no respiraba ni poseía funciones físicas que pudieran transportar la enfermedad era complicado iniciar las pruebas.

Adicional a esto, el virus en su forma aérea no tenía fuerza para infectar un ser vivo y sobrepasar su sistema inmunológico…

No logró obtener mayor información y en ninguno de los documentos se encontraba adonde ir en caso de un brote y evacuación de la base. Ya no quedaba dudas que eso es lo que había hecho el personal en aquél momento.

Decidimos pues continuar y verificar las 3 puertas que nos faltaban. Nos acercamos a la puerta más alejada, la de la derecha al final. Pensé que posiblemente esa era la puerta que tenía la puerta al exterior del complejo que no podíamos abrir desde afuera. Si no era esa la que tenía la puerta sería la siguiente…

Nos acercamos y posicionamos para verificar la puerta, le dimos dos golpes suaves para escuchar si en su interior alguna criatura reaccionaba en contra de los golpes, pero nos sorprendimos escuchando los golpes y pasos en las otras puertas.

Lo que estuviera detrás de ellas, estaba muy atento y activo a los pasos, movimientos y sonidos que hacía la comida que se encontraba más allá. Habíamos hecho suficiente bulla para que supieran que no eran otros zombies los que estaban en el lugar revisando.

Sin embargo de la puerta que habíamos golpeado no salió ningún sonido. Nos preparamos entonces para esta puerta, la misma se abriría hacia el interior de la sala, por lo que quien abriría la puerta debía de tener un apoyo para retroceder y defenderse en caso de ser necesario.

Mouse continuó con su trabajo abriendo las puertas, en esta oportunidad la puerta no tenía puesto ni el seguro, por lo que al ver que la manilla giraba sin esfuerzo ni dificultad, se levantó y pateó la puerta para que se abriera.

Desde atrás verificábamos lo poco que se podía ver hacia el interior de aquella pequeña sala. La luz estaba encendida, pero poseía una especie de oscuridad que no era normal, luego notaríamos que los bombillos estaban casi quemados por completo por lo que no estaban iluminando y encendiendo por completo.

Adentro había una pequeña mesa central con unos pocos asientos, un pizarrón blanco al fondo sin ningún tipo de anotación, y un escritorio a la derecha de la entrada,  no habían dejado nada de interés…

De hecho la habitación estaba tan vacía que solo nos decía que en medio de todo no había sido usada por ningún motivo, y que muy posiblemente en ella solo se celebraban reuniones para hablar de resultados, nuevas pruebas y cosas así.

¿Quien sabrá y conocerá los pensamientos que pasaban por la mente del personal que laboraba en estas instalaciones?

Estar encerrados en una base en medio de la selva, sin permisos para abandonar la base, donde los únicos vehículos que salen y entran son normalmente para insumos y personal militar de alto rango.

Seguimos para abrir la siguiente puerta de la izquierda. Ya solo nos quedaban dos puertas, habíamos escuchado ya varios golpes y criaturas en las otras dos puertas por lo que no fue necesaria la verificación previa.

Sabíamos que nos encontraríamos con esas cosas, que encontraríamos infectados tras ambas puertas. Decidí que no quería arriesgarme en esta oportunidad, abriríamos la puerta, Burns lanzaría una granada al interior y cerraríamos.

Eso debería de limpiar un poco si existían muchas de esas cosas en el interior. Nos arriesgábamos a quemar o dañar información que pudiera ser de ayuda. Incluso pensé que una de esas dos habitaciones que quedaba debería de ser una sala de servidores o por lo menos una sala de cómputo donde llevar las anotaciones y la información que enviaban al exterior.

Lo que no calculamos era lo mal que podía salir todo aquello. Cometimos un error que nos costaría muy caro. Demasiado para nuestro gusto y más con todo lo que venía luego.

Tomé la decisión porque consideré que si esa era la sala que tenía la otra puerta que daba al exterior y no habíamos podido abrir, entonces no sería la sala de servidores, pero debíamos limpiar la instalación.

Mouse abrió la puerta, yo estaba a su espalda para cubrirlo y ayudarlo, del otro lado de la puerta estaba Burns listo para lanzar la granada. Un proceso sencillo y común, abres, lanzas, cierras, detona y luego entras.

En cuanto se abrió la puerta hacia fuera, el olor a pudrición y muerte inundó la sala en la que nos encontrábamos, era un olor muy fuerte y al mismo tiempo dulzón que hacía picar la nariz, retrocedí junto a Mouse cuando noté que varias de esas criaturas se nos venían encima, y Burns intentó de lanzar la granada por sobre sus cabezas al interior…

El problema ocurrió cuando una de esas cosas alzó un brazo, y sea por casualidad o porque pensaba y reaccionó muy rápido, (cosa que dudo aún hoy), la granada rebotó en su brazo y salió de nuevo hacia donde estábamos nosotros.

Burns brincó hacia atrás, lanzándose hacia la última habitación que había estado vacía, lo pude ver casi volando hacia allá. Yo estuve tentado de abrir la puerta que faltaba y lanzarme a su interior, pero muy adentro de mí, mi instinto me recordó que también habíamos escuchado criaturas en su interior y podría ser mi perdición.

Empecé a retroceder casi corriendo hacia las salas de quirófanos, halé a Mouse conmigo pero perdió el equilibrio. Pude ver a los chicos metiéndose en el pequeño baño que también habíamos abierto, logré dar dos pasos más antes de voltear a ver donde estaba Mouse.

En ese instante todo lo recuerdo como en cámara lenta, si no fuera por el maldito virus Mouse se hubiera salvado en ese instante. Una de aquellas criaturas se había lanzado sobre él, y lo había comenzado a morder en el hombro derecho, pude ver como le arrancaba un pedazo de carne y su cuerpo estaba sobre él.

Por reacción en cadena pude ver como otras criaturas más se empezaron a abalanzar sobre Mouse, pero antes de que le pudieran hacer más daño la granada estalló, la onda me lanzó hacia atrás cayendo de espaldas contra el suelo y rozando mi brazo contra la mesa central, obtuve un rasguño y me preocupé un poco.

Me tapé la herida lo más rápido que pude con la mano, justo antes de que comenzaran a caer algunos pedazos de esas cosas a mí alrededor. Al voltear a ver hacía donde estaba Mouse, pude ver que se estaba quitando a la criatura que lo había mordido en el hombro de encima, después de que las otras, sin querer, lo protegieran de la detonación.

Le había disparado a esa criatura en la cabeza, y los demás muchachos abrían la puerta de donde se habían metido. Mientras me levantaba no quería quitar mi mano de encima de la herida que cargaba, tenía miedo de que una gota de sangre cayera en la misma y pudiera quedar infectado. Sabía que seguramente ya Mouse estaba muerto, pero no quería darle la mala noticia tan pronto.

Me acerqué al mesón central a limpiarme un poco la sangre que estaba sobre el brazo antes de quitar la mano y despejar la herida. Había unas gasas en sus sobres herméticos, aunque pensé en acercarme mejor al almacén inicial donde habíamos entrado primero y buscar ahí dentro material medico

Escuché los disparos de los muchachos, pude ver como estaban acabando con las criaturas que habían salido de aquella habitación. La explosión había causado estragos, y en ese momento sentí un jalón en el pantalón.

Al bajar mi mirada pude ver como la mitad de una de esas cosas, había volado de la cintura para abajo, ya no tenía piernas y aún así se había arrastrado hasta mí buscando morderme y comerme… A mí… Que era el que tenía más cerca… Eran persistentes esos malditos…

Saqué mi pistola y le disparé en la cabeza, me acerqué al almacén atrás en la entrada, y busque entre las cosas unas gasas con las que me apliqué una venda en la herida. No quería mantenerla mucho tiempo en el aire.

Cuando salí me estaba tapando la herida con la manga de la camisa, y los muchachos ya se encontraban alrededor de Mouse. Aparte de lo aturdidos y algo golpeados que habían quedado ante toda la actividad que acabábamos de tener, el único que había sido alcanzando era Mouse.

Su mirada era de desesperación… Hasta donde sabíamos estaba infectado, se convertiría en una de esas cosas, sin embargo decía que aparte del dolor por la mordida no sentía mayor diferencia en sí… Claro… Apenas tenía unos minutos de haber sido mordido.

El Descuartizador se acercó inmediatamente a mí, quiso verificar mi herida, pero no le permití tocar mi vendaje. Si estaba infectado no quería saberlo en ese momento. Teníamos una misión que cumplir, y si llegaba a saber que estaba infectado podría empezar a preocuparme por mi vida más que por la misión y no podía permitírmelo.

Los muchachos me vieron con recelos. En ese momento aunque no me lo dijeran, creían que había sido alcanzado por una de esas cosas también, igual que Mouse y no les quería decir. Sin embargo el ver como Mouse se encontraba pálido y preocupado por la herida que acababa de recibir me hizo pensar que estaba tomando una decisión correcta.

Ya le habían vendado el hombro, lo levantamos, y nos dimos cuenta que estaba sudando frío. No se encontraba en buen estado de salud. Pero me parecía imposible que aquél mordisco lo comenzara a deteriorar tan rápido.

El intentó de hacer algún comentario gracioso, que tal vez su sistema inmunológico lograría superar aquella mierda, total si no lo había matado la armada no lo haría una gripe… Pobre muchacho…

Ingresamos por la puerta que acabábamos de abrir y la que nos estaba costando más caro de lo necesario. Encontramos en su interior un desastre, había excrementos humanos en el suelo, pisados y restregados, casi como si también se lo hubieran estado comiendo.

Encontramos los restos de varios cuerpos que no tuvieron ni oportunidad de revivir. Los habían despedazado y destrozado, los cráneos se veían fuertemente golpeados. Muchos muebles se encontraban apilados contra la puerta de la salida. Y en una pared del sur pude ver lo que quedaba de una maquina expendedora de galletas, chocolates y otros aperitivos.

Había un microondas y una cafetera en el suelo que habían sido tumbados posiblemente por los propios muertos, o por los que estaban vivos y al parecer intentaron de defenderse… Seguramente habían sido infectados, y trancaron las puertas para que nadie entrara en el lugar.

Quien sabe que horrores vivirían esas personas, militares y científicos, ahí encerrados, con el conocimiento que se convertirían en otras de esas cosas, pensando quien moriría primero y quien comenzaría el caos en el cuarto…

Pienso que muy posiblemente los militares ya se encontraban infectados, y para mantener el orden se quedaron para que los civiles no se fueran. Cumpliendo las órdenes hasta su último aliento… Si fueron americanos deberían merecer medallas para sus familias… Pero seguro tampoco serían reconocidos así como nos pasaría a nosotros si quedábamos en este lugar y no lográbamos cumplir la misión.

Escarbamos un poco, solo lo que pudimos en medio de toda aquella pudrición, en búsqueda de algún papel, memorando, correo, cuaderno de diario… Cualquier cosa que pudiera darnos alguna pista sobre el paradero del personal que no había muerto aquí.

No tenía muchas esperanzas puestas en la sala de servidores que de seguro se encontraba al lado, seguro habían sido vaciados como el resto de los computadores, y las notas de las instalaciones.

Al parecer no habían dejado ninguna brecha de seguridad que fuera demasiado grande como para poder seguir el rastro del personal y de lo que había ocurrido en aquél lugar. Y cualquiera que ingresara en la base sin saber que esperar y sin entrenamiento, de seguro moriría fácilmente sin informar al exterior lo que habían visto aquí.

Salimos de la habitación, y nos preparamos para la siguiente puerta. Sabíamos que no debíamos usar explosivos. Aunque lo anterior había sido solo parte de la mala suerte de la situación y un evento fortuito que ayudó a esas criaturas… No podíamos arriesgarnos.

En esa puerta se escuchaba mucho menos movimiento que en la anterior. No debería de significar un gran peligro o algún problema imposible de superar. Sabía que seguramente iríamos perdiendo a Mouse, pero me interesaba ver sus síntomas y conocer si yo los iba presentando también…

En esta oportunidad Mouse se quedó atrás, se le dio la orden de no disparar ni entrar en combate a menos que fuera necesario. Al abrir la puerta solo salieron hacia nosotros un par de esas criaturas, que eliminamos con facilidad retrocediendo mientras salían y les disparamos a la cabeza.

No salió mas nada de aquél cuarto… Estaba oscuro, verificamos y pudimos encender la luz con su efecto relámpago que seguía manteniéndome en vilo. Pudimos comprobar que era el cuarto de servidores. Estaban varios monitores, unos teclados, y las columnas aquellas con el poco de computadores montados.

Todas las lucecitas que normalmente lanzan esas torres llenas de computadoras estaban apagadas, lo que me daba una mala idea de que ya posiblemente no estarían funcionando. Le pedí a Mouse que verificara si podría salvar algo de información y si habían dejado los discos duros, o habían sido retirados al igual que el resto de las computadoras de la base que habíamos encontrado.

Le pedí a Clarke y Burns que lo ayudaran, Bruce lo envié a la entrada del laboratorio, que diera una vuelta y verificara que el perímetro continuara seguro, y me aparté un poco con el Descuartizador hacia la sala central donde me había limpiado la herida.

La venda estaba con algo de sangre, y quería que me la revisara ahora que teníamos el edificio asegurado, mientras discutía un poco la situación… Si él fuera médico científico de esta base, donde consideraría que sería el lugar mas seguro al que pudieran ir los civiles que estaban aquí…

Revisaba mi herida, y discutimos varias posibilidades… Algún pueblo cercano… El más cercano que había visto en el mapa que nos informaron del lugar de la misión no parecía estar ni en un kilómetro a la redonda. Además con las FARC en la zona tampoco es que pudieran llegar muy lejos sin perderse o caer en un ataque del grupo insurgente.

Su cara me decía que mi herida no estaba muy bien… Parecía que se estaba infectando… Su cara no me daba mucha seguridad, aunque me dijo que no sabía que pensar… Le dí permiso de hablar libremente… Recuerdo sus palabras con total claridad:

-      Señor… Su herida por lo menos muestra síntomas de una posible infección… se ha puesto muy roja cerca de la zona de la herida, parece un rasguño, y está muy inflamado, aparte que comienza a aparecer algunos furúnculos de pus que son uno de los primeros síntomas de infección en la piel…

       Sin embargo… Mouse… Su herida es peor… ¿Sabía que uno de los lugares con mas microbios, bacterias, y posibilidades de una infección es con la boca humana?...

       Basándome en esto, me pregunto… ¿Cómo usted está presentando estos síntomas de una infección tan rápido y Mouse en la herida no mostraba ningún tipo de infección? Claro, en un momento tengo que volverlo a revisar, y la verdad es que preferiría verle la herida de él con una infección igual y no como la tenía cuando se la estaba vendando.

       Era una carne limpia, sana, no parecía que hubiera sido mordido… Si aún no ha pasado un buen tiempo para mostrar síntomas por una infección, por lo menos debería de haber reaccionado su carne, haberse hinchado, hasta botar un poco más de sangre… cosa que no hizo, porque la sangre comenzó a coagularse apenas salía de la herida cicatrizándola rápidamente.

       Tal vez solo sea imaginación mía y una exageración… Puesto que desconozco muchas cosas de esta mierda que investigaban aquí… Pero si el virus no se podía transmitir por el aire, ¿Que fue entonces lo que provocó que todas estas personas que parece que estaban vivas se infectaran?

El Descuartizador se mostraba de verdad preocupado por ello… Aprovechó de buscar en el almacén y encontró algo que decía eran antibióticos, y me lo inyecto para ayudar a mis defensas contra la infección que estaba presentando.

Bruce regresó en ese momento, me dijo que el perímetro estaba tranquilo… También me dijo que por momento le había aparecido ver un animal o algo moverse entre las ramas, pero no estaba seguro, ya que no habíamos observado ningún animal mientras veníamos a la base.

Eso me recordó esa sensación que tenía antes de entrar en el edificio, una sensación de que estaba siendo observado. Pero la borré y la descarté al ingresar en el complejo, ya que habíamos peinado la zona alrededor de la base antes de ingresar…

En ese momento, nos llamaron de la sala de servidores… Al parecer los científicos no fueron tan buenos siguiendo órdenes como los militares y el personal que se encontraba en las demás instalaciones…

Encontramos información importante, por ejemplo, toda esta investigación había comenzado incluso antes de la guerra de Vietnam, donde ya se buscaba realizar guerras biológicas contra los amarillos. Al parecer uno de los Doctores líderes del proyecto era un científico cuyo nombre en clave para todo el personal era el Dr. Desert.

Al parecer este doctor había trabajado antes en una farmacéutica buscando como prolongar la longevidad de la vida en los seres humanos, sin embargo no logró mayor éxito, no pudo evitar que las células se deterioraran, pero si que se mantuvieran con vida o incluso revivir células muertas…

Parte de su trabajo también había dado resultados públicamente en otros laboratorios mundiales donde habían revivido células madres, si es que acaso puedes recordar esa noticia en el mismo año del inicio de todo el declive de la humanidad.

El proyecto que se estaba llevando a cabo en esos laboratorios tenía como nombre clave “Comandos Muertos”. Podría ser un nombre cualquiera si no fuera por la veracidad en sus palabras.

Otra cosa que también encontramos es que no era solo el gobierno de los Estados Unidos quienes financiaban esta investigación, sino un par de farmacéuticas internacionales, entre la que destacó ADN World.

Nos tomó un par de horas, tal vez tres poder revisar a profundidad toda la información que podíamos localizar, encontramos hojas históricas de pruebas, grabaciones con los videos de los experimentos que les realizaban a los pacientes infectados.

Encontramos las órdenes, al parecer militares, que llegaron de capturar miembros de las FARC y usarlos en caso de ser necesario para obtener suficientes sujetos de pruebas. Pudimos ver una demostración de cómo el virus trabajaba para “revivir” las células del paciente muerto, apoderándose de toda la sinopsis del sistema nervioso y convirtiéndose en el nuevo dueño del cuerpo, listo para comenzar su propagación como todo sistema vivo que quiere reproducirse.

El último video que logramos ver en ese momento fue el escape del virus en las instalaciones. Pudimos observar como los dos científicos habían sido mordidos y contaminados. En serio esa gente no tenía ni idea de las mutaciones que había tomado el virus.

Trataron las heridas como una simple mordida y una infección por ser la boca de un ser humano. Los doctores que habían mordido habían muerto en apenas unas 6 y 4 horas cada uno. El problema es que al despertar, lo hicieron con mucha más agresividad de la mostrada por los pacientes normales, atacaron a todos los que pudieron, alcanzando directo a puntos vitales como la yugular.

Podían estar comiéndose una victima, pero si pasaba otra posible victima por el frente, le saltaban encima sin importarles que ya tuvieran su comida ahí en sus manos. Parecían unos salvajes caníbales con demasiado tiempo sin alimentarse.

En poco tiempo el laboratorio se selló, dejaron aquí adentro a los que habían sido mordidos y les ordenaron a unos soldados que los cuidaran. También habían sido mordidos, no iban a matar a alguien que aún continuara con vida para no parecer inhumanos pero tampoco tendrían compasión con los que caían.

Sin saber cómo, otros doctores aparecieron también infectados en el otro laboratorio, no tuvimos tiempo de localizar esas grabaciones. De hecho nos abstraíamos tanto en la información que estábamos encontrando, y buscando a donde se había realizado la evacuación… solo encontramos un memorando Militar…

Recuerdo la carta con completa exactitud porque después la encontramos impresa y la cargo aquí conmigo…


MEMORANDO DE LA BASE

A: TODO EL PERSONAL
DE: CAPITÁN COOPER, COMANDANTE
ASUNTO: EVACUACIÓN
CC: DR. DESERT, JEFE DE INVESTIGACIÓN

La evacuación de todo el personal comenzará a las 13:00 horas. Todo el personal debe presentarse en los barracones para ser asignado a un vehículo.
No deben dejarse armas en la base. Todos los documentos clasificados deben ser destruidos.
El personal al mando asegurará todos los edificios antes de presentarse para el transporte.
No se permitirá la estancia en la base después de las 14:00 horas


Ordené a Mouse que sacara ese disco duro. Era la mejor prueba que tendríamos de todo aquello y no sabíamos que tanto nos pudiera ayudar en el futuro.

Mouse seguía sudando frío, cuando lo tocabas sentías como la fiebre estaba subiendo internamente en su cuerpo, sin embargo el decía sentirse bien, sin inconvenientes y hasta que se sentía con más fuerza y ánimos de lo normal.

Yo en cambio si me sentía un poco débil, estaba sudando pero no sabía si era del calor de aquél lugar o si era por la posible infección que se estaba llevando a cabo en mi brazo.

Hubo un momento que sentí como si una pequeña tormenta se estuviera formando en mi cabeza, es como cuando un huracán se está acercando a la costa, que sientes la presión del aire bajar, los vientos se aceleran y todo el mundo está en completa alerta…

Así sentía mi cuerpo, mi sangre bombeaba fuertemente y se aceleraba a cada momento, mis sentidos intentaban de ponerse en alerta y mostrar serenidad, pero la vista por segundos se me ponía nublada.

Cuando el Disco Duro estaba fuera escuche la primera detonación…

Al principio creía que era que mi oído se había destapado ante aquél cambio de atmosfera, habíamos pasado casi todo el día en ese complejo, el sol estaba muy fuerte afuera, aunque sentí que el piso parecía haber temblado por un poco, lo confundí con algún temblor involuntario por el malestar…

Los muchachos voltearon a verme, cuando observé sus rostros un poco preocupados, y que todos habían tomado sus armas y se habían puesto en alerta escuché la segunda detonación y el subsecuente temblor en el suelo.

No había leído nada sobre algún mecanismo de autodestrucción ni tampoco lo habíamos visto en el servidor, sabía que no había podido leerlo todo, pero… ¿Habíamos dejado pasar por encima algo tan importante?

Los muchachos se pusieron en guardia, nos acercamos a la entrada de los laboratorios por donde habíamos llegado en el norte, cuando nos acercábamos a la puerta, escuché por un momento un suave silbido en el aire, lo reconocí al instante y mis compañeros también.

Brincamos de nuevo al interior a cubrirnos, justo en el segundo que la bomba de mortero impactaba en toda la entrada. La explosión provocó que la puerta estallara en pedazos hacia el interior del complejo. Gracias a los Dioses no llegó a golpear a ninguno de mis hombres.

Inmediatamente pasó de ser un simple ataque suave y separado de mortero a un ataque mucho más preciso y continuo en toda la base. Escuchábamos varias detonaciones casi al mismo tiempo, todas parecían estar golpeando diferentes puntos.

Escuchamos bloques de concreto estallar y caer, pensé que podrían ser las torres de vigilancias que seguramente estaban eliminando primero. El fuego no estaba directamente dirigido a las instalaciones en la que nos encontrábamos.

Decidimos esperar un momento, he intentar de aguantar el fuego enemigo. Teníamos granadas y buenas armas, pero no sabíamos cuantos enemigos eran, o exactamente donde estaban posicionados, mientras que ellos tenían toda la base bajo ataque.

Después de unos minutos de fuego, y el haber escuchado las torres caer, parecieron quedarse tranquilos al ver que no recibían fuego de respuesta desde la base. Gracias a los Dioses digo nuevamente, no habían bombardeado también los edificios, sino solamente las entradas a los mismos, como buscando matar a quienes pudieran intentar de salir a devolverles el fuego.

Escuchamos unos vehículos traspasando la reja principal del complejo, y a varios soldados impartiendo órdenes en español. Sabía que empezarían a revisar los edificios en grupos armados. Aprovechamos que la puerta sur de la sala donde estaban la mayor cantidad de criaturas atrapadas con la comida, no la habíamos abierto, por lo que los soldados también tendrían que dar la vuelta a la puerta norte si querían entrar en el complejo.

Escuchamos el primer golpe contra la puerta sur. Nos posicionamos para esperar que entraran por la misma. Varios golpes, pero no la derrumbaron. Con señas les dije a mis hombres que se cubrieran por si intentaban de derribarla con explosivos.

En cambio, escuchamos los pasos del grupo de soldados dando la vuelta al complejo buscando otra entrada, que ya le habían volado la puerta. Conocíamos el interior del laboratorio mientras que ellos no, lo que nos brindaban una ventaja momentánea con cobertura para nosotros.

Cuando observé que uno de los soldados enemigos de la FARC estaba por entrar les grité la orden de alto en español… No conocía mucho el idioma pero me podía medio defender en conversaciones cortas.

Los soldados inmediatamente se detuvieron y se cubrieron al otro lado de la entrada, por lo menos no comenzaron a disparar al interior o a lanzar granadas. Empezaron a gritar aunque no les comprendía todo lo que estaban diciendo.

La tensión subía a cada momento, sentía como mis hombres esperaban solo mi orden para comenzar a disparar y defenderse, cosa que no permitiría… Ya me habían informado que evitara los conflictos con esta guerrilla en toda la medida de lo posible, aunque teníamos permiso de defendernos como fuera necesario.

No podía permitir que la información que habíamos recolectado cayera en manos enemigas, aunque aún desconociéramos a donde habían ido nuestros científicos, solo significaba que la misión no había sido completada.

En ese momento escuché una voz fuerte desde la entrada de la puerta, el sujeto habló en perfecto ingles, aunque tenía un ligero acento, era completamente comprensible.

-      A los que se encuentren en el interior de este edificio, les recomiendo que se rindan. Aceptaremos la rendición de su personal y les perdonaremos la vida siempre y cuando depongan sus armas.

No sabía que tan sincero estaba siendo aquél sujeto… Sin embargo… Los Rangers no son tomados rehenes, nuestro juramento así lo mostraban… “Rendirse no es una palabra de los Exploradores”…

Aunque estábamos en completa desventaja, si no me equivocaba seguramente esos soldados tenían armamento pesado, ya habían bombardeado con morteros, podían tener lanzacohetes, bombas y sencillamente lanzar el edificio sobre nosotros sin más ni menos…

Pero nosotros teníamos algo que ellos desconocían… Principalmente mi equipo me tenía a mí… Y por sobre todo, yo siempre tengo un As bajo la manga…

jueves, 25 de octubre de 2012

Capitulo 9 "Las Selvas del Infierno", VIII Pesadillas en Halloween


VIII
Pesadillas en Halloween...

La puerta se encontraba cerrada y tuvimos que forzarla para poder abrirla. No hizo falta mucha imaginación para conocer lo que nos encontraríamos ahí.

Apenas logramos abrir la puerta, un primer cadáver en avanzado estado de descomposición cayó al suelo delante de nosotros, retrocedimos instintivamente, Bruce y Burns estaban unos pasos atrás, esperando para disparar a cualquier cosa que saliera por esa puerta o que intentara de salir por ella.

Al cadáver, con la piel en pudrición, se le podía ver un disparo en la cabeza que parecía haberse dado él mismo desde su lado derecho. Sus intestinos y estomago habían sido sacados y devorados, ya que en su uniforme militar se notaba que lo habían atacado una o más de esas criaturas.

Las moscas de alguna manera habían logrado darse un banquete en medio de todo aquél amasijo de carne descompuesta. Eran las primeras criaturas “vivas” que habíamos visto desde que aterrizamos el día anterior.

Unos líquidos viscosos y verdes salían por los orificios nasales y por los ojos de aquél cadáver, ninguno quería tocarlo y ninguno se atrevió.

En ese instante escuchamos el sonido de los pies arrastrándose por el asfalto… Venían del interior, desde la oscuridad comenzamos a escuchar un gran coro de gemidos junto con estos pasos.

Retrocedimos a la altura de los muchachos, me encantaba estar siempre ahí en primera línea, soy de los que piensa que si yo mismo no soy capaz de intentar algo no puedo pedirle a ninguno de mis hombres que lo haga, por eso siempre estaba ahí entre mis hombres haciendo parte del trabajo sucio.

La primera de esas criaturas asomó la cabeza por la puerta, la luz del sol comenzó a iluminar su arruinada ropa, su destruida vestimenta militar que dejaría al más novato de los novatos de la armada como el mejor hombre de las fuerzas especiales del mundo.

Su rostro desfigurado y parte de su pecho destruido con impactos de balas, dejaba ver que alguien había intentado de defenderse de él mientras estaba con vida.

Una ráfaga de disparos salió del arma de Bruce hacia la entrada del edificio. Una o dos de las balas impactaron en todo el cráneo de aquella criatura, haciéndola caer al suelo en una caída intensa y voraz, lo que quedaba del cráneo terminó de esparcirse por el resto del suelo.

Bruce soltaba una pequeña sonrisa, le había gustado disparar contra aquella cosa. Se sentía bien por su mirada. Sin embargo nadie se esperaba que ocurriera algo tan descomunal en los próximos segundos…

Casi como una jauría de animales un grupo grande de esas criaturas comenzó a salir caminando más rápido que las anteriores… Todas tenían en sus miradas aquel odio y rabia que podemos verle a los que aún hoy en día están vivos…

Claro… Te estoy hablando que caminaban más rápido que los anteriores… pero no llegan a lo que son los cazadores que conocemos hoy en día. Estos eran rápidos en el caminar, pero no podían correr o coordinar movilidad entre ellos como los grupos de cazadores que arrasaron ciudades enteras tiempo después. Casi podría decir que estos fueron parte de la base para la evolución de esos “Cazadores”.

La sorpresa ante un grupo tan grande y con más agilidad de lo que habíamos visto en los primeros zombies, nos llegó a agarrar un poco desprevenidos. Todos comenzamos a disparar, escuchábamos en nuestros oídos el pitido de las balas saliendo de las automáticas, silbando por el aire y atravesando en esas cosas.

Aunque disparáramos al pecho o las piernas, esas cosas seguían avanzando hasta nosotros. Solo cuando alguna bala los alcanzaba en la cabeza era posible verlos caer muertos y dejar de moverse.

Uno de ellos pareció que iba a alcanzar a Mouse. Un segundo antes de alcanzarlo pareció dudar y detenerse en el ataque, lo que le dio tiempo al Descuartizador de apuntarle y dispararle en la cabeza.

Si no se hubiera detenido por esas milésimas de segundos antes de atacar a Mouse, de seguro lo habríamos perdido ahí mismo… Tal vez hubiera sido mejor que ocurriera así.

Habían salido unas veinte o treinta de esas cosas y se encontraban tiradas en el suelo. Burns sacó una granada de mano y le quitó el seguro, cuando lo iba a detener para que no la lanzara, ya la esfera volaba en el aire hacia el interior del complejo…

Si no provocaba una explosión mayor, podría provocar la perdida de información importante… Sin embargo en ese instante ocurrió algo que no supimos como considerar, si una maldición que nos destruiría o un milagro para que la información se salvara. Una especie de perro o canino venía del interior del complejo corriendo y había tomado la granada en el aire cuando saltaba hacia fuera.

Todos nos sorprendimos, he íbamos a comenzar a correr cuando la granada estalló en su hocico. La onda de choque nos lanzó a todos al suelo, el fuego se levantó ante la detonación y todos fuimos salpicados por restos de aquel pobre animal con el que posiblemente habían experimentado después de morir o tal vez cayera infectado defendiendo a alguien en la base.

Eso me hizo pensar inmediatamente, si existirían otros animales infectados ahí adentro y si estarían enjaulados o habrían logrado escapar como aquel perro… Tal vez por eso no se escuchaban ni se veían animales cerca del complejo. Podían haber sido cazados para los experimentos al principio…

Claro está, solo hasta que obtuvieron “pacientes” de los miembros de las FARC que habían sido capturados. No creo que fueran realmente voluntarios a estos experimentos, en especial cuando según la nota del diario que habíamos leído decía que solo funcionaba en muertos.

Cuando nos levantábamos, estábamos aún un poco aturdidos, pero en alerta ante cualquier cosa que intentara de salir de esa instalación. Por momentos me sentía como si estuviéramos siendo observados y vigilados, pero nada salía del complejo…

Con el apoyo a su espalda, Burns encendió la luz del complejo en el interruptor que encontró a un lado de la puerta. La entrada se había vuelto una trampa mortal desde mi punto de vista. No solamente por todas las criaturas que nos habían atacado, sino porque con la explosión, los restos de los cuerpos habían sido esparcidos y desperdigados por el suelo…

La sangre no es precisamente el material más estable para caminar, había convertido toda la maldita entrada en una pista de patinaje sobre sangre…

En todo caso, con lo que podíamos ver desde la entrada no había más criaturas moviéndose en el complejo… o por lo menos no al alcance de la vista desde el portal. Un pequeño pasillo con una puerta a la izquierda se desplegaba hacia el interior. Después de unos pasos el complejo se abría a una sala amplia que no podíamos ver completamente desde esa posición.

Tendríamos que ingresar en el edificio, lentamente, y por las características de la comitiva de bienvenida se tendría que aumentar las medidas de seguridad en esta oportunidad. Podíamos estar un poco tranquilos con el resto de la base, en los demás edificios ya se encontraba todo limpio por lo que nuestra completa atención recaía en aquél lugar.

No se tenía que avanzar ni tres pasos, cuando ya teníamos lista la puerta de nuestra izquierda para ser verificada. Al encontrarse tan cerca de la entrada, Clark se quedó atrás de nuevo con Burns y Bruce… Ellos eran nuestros mejores respaldos… Si señor… Aquellos primeros días lo fueron…

Abrimos la puerta, con mucho cuidado, siempre al pendiente de retroceder ante aquellas cosas. Ya sabíamos que lo principal era no dejarnos alcanzar ni rodear por ellas, que en pequeñas cantidades controladas no serían un factor de muchos problemas… en grandes cantidades concentradas podría ser otra historia… Tal como lo vivió la humanidad los siguientes meses.

En la habitación que acabábamos de abrir se podía ver varios insumos instrumentos médicos… Por lo que podía ver mi sospecha inicial se confirmaba con cada objeto que veía en este pequeño almacén refrigerado…

Dejé a los muchachos cuidando la puerta para que no nos fueran a trancar ahí alguna criatura que viniera por el pasillo mientras revisábamos las cosas. No encontramos papeles importantes, una que otra formula y anotaciones sueltas pero nada que nos diera indicativos de algo que no supiéramos o sospecháramos. Solo que habían salido corriendo de aquellas instalaciones dejando todo muy destrozado.

En una esquina pude ver una caja fuerte electrónica refrigerada. Sabía que ahí debía de estar las muestras del virus… Y si existía posibilidades de existir cura alguna para una persona recién infectada estaría ahí adentro.

Sin embargo se notaba que era una caja fuerte de alta seguridad y no teníamos a ningún especialista que pudiera intentar de abrirla en el equipo. Tal vez podríamos abrirla con unos explosivos, siempre existe esa posibilidad, pero si contiene una cura puede ser destruido por la explosión, o el mismo virus si resultaba ser infeccioso por vía aérea sería una perdición para nosotros…

Y antes que me preguntes si podíamos llevarnos la caja fuerte, te diré que estaba anclada en una pared de concreto, se necesitaría de mucha fuerza de choque con picos o una buena explosión que podría dañar el contenido también.

Además de eso, las cosas no se desarrollaron lo suficientemente bien después para pensar en algo así. Pensar en llevarnos eso luego era imposible, y esas instalaciones desaparecieron del mapa, pero esa es otra historia para otro momento…

Decidimos avanzar un poco más al interior del edificio, la sala central estaba bastante iluminada al final del pasillo. En todo el medio se encontraba una especie de mesón donde había un par de lavamanos médicos, bandejas regadas para la recolecta de muestras, bisturís, frascos de vidrios regados por el suelo…

Lo más importante en aquella decoración eran todas las marcas y huellas de sangre del lugar… Aparte del cadáver que cayó en la puerta al abrirla con el disparo en la cabeza, el resto del personal que estaba infectado no parecía haber tenido la misma suerte de morir sin levantarse.

Seguro seguían aún sin comprender muy bien las mutaciones que había tomado el virus. Aunque no creo que esas fueran las instalaciones desde donde provenía el virus del que hablaste en tu blog… Aquellas de las notas del infierno… En esas notas el virus estaba más avanzado que el que encontramos en esta base.

Desde donde estábamos podíamos ver cuatro puertas metálicas cerradas, en los laterales, y al final una pared y a su izquierda una puerta para continuar adentrándose al complejo. Como siempre decidimos primero revisar las puertas del lado izquierdo…

Con la distribución que estaba observando pensé que podrían ser los quirófanos para los experimentos, o posiblemente eran cuartos donde mantenían a los pacientes mientras les inyectaban aquella cosa que los convertía en zombies… Al fin y al cabo que solo funcionaba en pacientes muertos, por lo que no creo que tuvieran muchas comodidades en dichos cuartos, si es que eso eran.

Al abrir la primera puerta, los muchachos se sorprendieron un poco… Yo no me sorprendí para nada, como dije ya esperaba que podía encontrarme más o menos, y el ver la mesa quirúrgica he instrumentos de operaciones básico…

Entre en la misma, lo único que me llamó la atención en mi inspección en la pequeña sala eran los cubos de vidrio donde se podían ver viseras, un corazón en otro y un hígado en el otro… Todos flotando en algún líquido que para mí era irrelevante. Había algunas notas sueltas, hablaban de las reacciones de los pacientes muertos ante el agente patógeno que se les inyectaba…

Nada de detalles mayores, nada de información de que hacer si algo salía mal, nada de a donde correr si todo se iba a la mierda… nada que nos dijera a donde teníamos que buscar a los supervivientes que debíamos sacar de aquella selva…

Avanzamos a la siguiente puerta doble del mismo lado derecho de la sala central. Nos preparamos para abrir las puertas. Y en ese momento agradecí que fuéramos personal sumamente entrenado y estábamos completamente alertas…

Unos segundos o milisegundos antes de abrir la puerta, escuchamos un ligero golpe del otro lado. El destripador alcanzó a detenerse sin abrir la puerta metálica que le había tocado abrir, pero Mouse no pudo detenerse a tiempo, abrió la puerta unos milímetros y fue suficiente para que otras de esas criaturas se nos lanzaran encima.

Escuché las ráfagas de fuego disparadas por los muchachos que eran nuestro apoyo, una de esas cosas cayó sobre la pierna de Mouse al recibir el impacto de una bala, mientras yo lo jalaba por la ropa agachado para que no me alcanzaran las balas de mis propios compañeros…

El que el Destripador lograra detenerse y no dejara abrir la puerta que le tocaba fue una bendición. De aquella habitación salieron por la única puerta abierta un total de 5 de esas cosas, que si hubieran salido todas a plenitud, seguro alguno hubiera terminado por lo mínimo herido o mordida al caernos todos encima al mismo tiempo.

Los muchachos lograron acabar con ellos por ese filtro de la puerta que no pudieron salir todos al mismo tiempo. Frente a nosotros estaban los cuerpos tirados, y comenzamos a escuchar gruñidos, golpes, arrastrar de los pies de esas cosas, casi en todas las direcciones de las puertas que nos encontrábamos…

Sabíamos que el edificio estaba infectado, de alguna manera se habían escapado, se habían soltado, o muchas personas habían sido infectadas… Aún desconocía como había pasado. Pero mi sospecha inicial de las mordidas había sido afianzada con las notas del diario que recuperamos.

Por un momento comenzamos a retroceder un poco hacia la entrada donde ingresamos al edificio, pensamos que todo aquel bullicio provocaría que esas cosas tumbaran las puertas o algo así.

Después mientras analizaba la situación comprendí que la inteligencia de esas cosas no había dado para abrir las puertas sencillas que tenían entre nosotros antes, y no lo harían en ese momento. Mientras nosotros no abriéramos las puertas estaríamos tranquilos.

Decidimos entonces cambiar un poco la forma de ir revisando las habitaciones que nos estaban faltando, comenzamos primero por dar unos toques suaves a la puerta y escuchar las reacciones al otro lado…

Eso nos funcionó a medias… En algunos casos la alerta con la que ingresábamos en la habitación o con la que abríamos la puerta era muy alta o muy baja. Maldecía el no tener en ese momento equipo especializado que me permitiera ver por debajo de las puertas antes de entrar en las mismas.

La puerta que habíamos abierto resultó ser otra sala de Quirófano, donde al parecer “el paciente” se había soltado de las ataduras que tenía la mesa de operaciones. Tal vez esa era la sala donde habían mordido a los dos desgraciados de la nota del diario que había leído y los demás fueron desafortunados que intentaron de ayudarlos en el proceso.

En la siguiente sala de quirófano que nos acercamos en las paredes del lado derecho hicimos la primera prueba del nuevo método de verificación. Algo completamente inaudito en una misión de infiltración… Era como decirle al enemigo: “Buenas… venimos a investigar y a matarlos… ¿Están en esta habitación?” antes de entrar en la misma… y sin embargo era algo tan lógico en ese momento.

Cuando tocamos suavemente la puerta, pudimos escuchar los gruñidos salir desde la propia habitación en la que habíamos tocado y la habitación de al lado. Unos fuertes golpes contra el suelo también nos pusieron en alerta, no sabíamos que nos íbamos a encontrar al otro lado… pero lo que fuera que estuviera ahí parecía furioso.

Mouse abrió la puerta, ahora no estábamos juntos tras las mismas, uno la abría y se apartaba mientras los demás hacían de fuego de apoyo si algo ponía un pie fuera de esas puertas… O una pata porque ya habíamos visto a aquél perro… Gracias a Dios no nos encontramos con ningún otro perro en ese lugar.

La sala de quirófano estaba oscura, a esta parecía que si le habían apagado la luz antes de cerrarla, no como las otras dos anteriores.

Cuando la puerta ya estaba abierta y parte de la luz de afuera estaba iluminando el interior de la habitación, la criatura que estaba adentro del cuarto se puso aún más furiosa. Los golpes en el suelo se podían escuchar más intensos y fuertes dentro. Sin embargo no veíamos a nada salir por la puerta.

Finalmente Mouse abrió la otra puerta y cuando iluminábamos con la linterna nos dimos cuenta que lo que estaba golpeando y gruñendo como loco era una de esas cosas que aún se encontraba amarradas a la cama quirúrgica.

Lo habían dejado ahí amarrado tal vez para que viviera eternamente… A veces me pregunto, si nosotros no le hubiéramos disparado y eliminado… ¿Estaría aún con vida ahí amarrado en medio de la selva?... Claro está eso siempre y cuando el laboratorio aún existiera en la actualidad.

En la habitación encontramos más frascos con partes internas del cuerpo humano… Creo que tal vez estaban probando que tanto daño podían aguantar esas cosas antes de terminar de caer muertas por completo.

Incluso pudimos ver los que parecían eran los restos de esa criatura en específico sobre un peso, estaban ahí solo desparramados como si estuvieran pesándolo cuando se presentó la emergencia.

Después de eliminarlo, pasamos a lo que sería la última puerta de quirófano que tenía ese pequeño laboratorio de pruebas. Encontramos otra de esas criaturas, pero esta se encontraba en peor estado que la anterior.

Admiro a los valientes científicos que se habían tomado el trabajo delicadamente con este “paciente”, puesto que le habían sacado los ojos, los dientes, y toda la piel del cuerpo. Aún así seguía quejándose y buscando morder con una boca sin dientes a los humanos que no podía ver.

Sentía de alguna manera que estábamos ahí… Aunque no conocía aún los alcances de esta investigación, con cada uno que nos encontrábamos aprendíamos poco a poco el alcance que tenían, debilidades, fortalezas…

Esas cosas, aún cuando no habían comenzado a salir las mutaciones con las que nos tenemos que enfrentar actualmente, en grupos ya eran jodidamente duros de matar. Les cortas la cabeza, le quitas los brazos, le sacas los ojos, le eliminas los dientes, le cortas las piernas… Y siempre seguirán buscando su presa.

Incluso nos encontramos con casos donde les cortábamos la cabeza, y la misma, de alguna manera inexplicable para nosotros, seguía buscando su presa a ser consumida. Al no tener vista y perder mucho la orientación, me empecé a imaginar que se guiarían por el olfato, el gusto con la lengua como las serpientes, o algún otro sentido especial se despertaba muy en el interior de ellos una vez el virus se activaba..

Claro también aprendimos que no todos eran iguales, al fin de cuentas a algunos les cortabas la cabeza y era suficiente para que cerraran los ojos y dejaran de joder por la eternidad de su existencia.

Eliminamos también este paciente, se podría decir que empezábamos a “acostumbrarnos” a la idea de ver estos monstruos en los laboratorios, y que tendríamos que eliminarlos detrás de casi cualquier puerta con la que nos encontrábamos.

Limpiadas las cuatro puertas de quirófano y con esta área asegurada decidimos continuar a la siguiente área. Por el lado sur, en el camino hacia el interior de las instalaciones no había más luz. Estaba oscuro por lo que debíamos buscar los siguientes interruptores y siempre teniendo el cuidado de no ser mordidos por una de esas cosas en medio de la oscuridad.

Avanzamos lentamente, cada vez que dábamos un par de pasos, nos deteníamos a verificar el área, el suelo que no hubiera un cadáver andante vivo que nos pudiera morder el tobillo, o si veíamos algún interruptor de luz.

Mouse fue el que encontró el interruptor, cuando lo presionó todos nos quedamos en alta tensión mientras relampagueaba he iluminaba poco a poco el área en la que ingresábamos en ese momento.

No todos los bombillos estaban funcionando, pudimos ver restos de bombillos fluorescentes en el piso, también manchas de sangre y las huellas de las pisadas sobre la sangre que era arrastrada.

Teníamos una puerta a nuestra izquierda, otra a nuestra derecha, y luego un pequeño espacio abierto, donde había otras tres puertas. Una estaba frente a nosotros otra en la misma pared pero un poco oblicua hacia la derecha, y una tercera y última puerta en la pared del fondo de la derecha.

No recuerdo cual de los muchachos fue el que dijo que el lado izquierdo no nos estaba trayendo suerte, que esta vez revisáramos las puertas de derecha a izquierda… Total ya eran las últimas puertas al parecer, al menos que alguna llevara a un sótano ya que no existía un segundo piso.

Decidimos verificar nuestra primera puerta de la derecha, por las dimensiones que se veían y el espacio que calculaba podía tener dos usos desde mi punto de vista en ese momento… O eran unas escaleras a un sótano efectivamente (al que no me agradaría nada bajar si existía), o un baño.

Mouse ya se había tomado el papel de abrir las puertas sin que le fuera ordenado, parecía sentirse cómodo y el grupo estaba funcionando muy bien ante esa organización. Antes de abrir la puerta, notamos que era una de las pocas que no eran metálicas sino de madera, y en la parte exterior tenía múltiples rasguños posiblemente de los desgraciados que matamos en la entrada.

En la parte baja había un hueco pequeño abierto, que parecía haberse hecho con puros mordiscos. Sospechaba del perro que casi nos mata con nuestra propia bomba en la entrada.

Al abrir la puerta con extremo cuidado, un fuerte olor a pudrición nos golpeó instantáneamente, Burns torció la nariz y la vista alejándose un poco hacia las salas de quirófano buscando donde vomitar.

Ya en este punto, nos estábamos enfrentando a cosas para las que nadie estaba preparado, y eso comenzaba a afectarnos mentalmente y también un poco físicamente. Mis muchachos se veían un poco cansados, pero no era un cansancio físico. En sus rostros podía ver el miedo que tenían que algo así se liberara en una ciudad grande y comenzara el caos en las calles.

Aquí, siendo unos pocos y manteniendo a raya la cantidad que nos atacan filtrándolos estaba resultando… No sencillo… No se como se le podría decir, porque tampoco era algo “normal” si me entiendes… Pero sencillamente lográbamos mantener la situación bajo control por el momento.

Dentro del baño se encontraban tres cadáveres más. Todos con disparos en la cabeza. En un avanzado estado de descomposición. El problema y lo que le provocó las ganas de vomitar a Burns es que fue el primero en notar que los dos primeros sujetos habían sido despedazados por lo que parecía ser el tercero de ellos…

El que estaba más cerca de la puerta era el tercero, el que aún poseía el arma en su mano con la que se había disparado, y en su boca contenía restos de sangre y de tripas. No sabemos si estaría conciente de lo que hacía al comer la carne de los otros dos, o si se había convertido en una de esas cosas y en algún punto decidió dispararse…

Eso lo consideraba imposible… no he visto que tomen mucha inteligencia, aunque si me dijeras que de ahí provino el virus Asiático-Europeo que tantos problemas les ha dado a los de la NUCE te lo creería y apoyaría esa idea, pero esa base estaba muy lejos de aquella evolución.

Era imposible intentar de imaginar todas las posibles posibilidades o variantes de una historia que no conocíamos y a la que sencillamente le estábamos viendo la escena final.

Cerramos la puerta para no seguirnos ahogando en toda esa pudrición, en toda esa peste inhumana, en esa desastrosa imagen sacada de las peores pesadillas de un niño en su cuarto la noche de Halloween.

Es que si alguien hubiera organizado alguna habitación, algún cuarto o se hubiera imaginado una escena tan terrorífica como decoración de Halloween de seguro sus vecinos lo hubieran denunciado como algún psicópata o posible asesino en serie, solo para que fuera investigado.

Antes de entrar en el espacio donde estaban las tres puertas cerradas, decidimos abrir la puerta de nuestra izquierda, y después si haríamos la vuelta a la sala siguiente por el lado derecho en vez de usar el lado izquierdo.

Le dimos dos golpes suave a la puerta, lo suficiente como para que cualquier cosa que estuviera en su interior se activara, pero las que estuvieran detrás de las otras puertas no nos distrajeran de escuchar algo aquí adentro.

Nunca nos atrevíamos a colocar la oreja detrás de una puerta, porque no sabíamos en que más se podía estar realizando los experimentos en aquél lugar. Uno de los muchachos me informó que uno de sus peores miedos es que hubieran usado a uno de los mayores depredadores, por naturaleza, de la zona, como algún felino grande, un cocodrilo o caimán, alguna anaconda o algo así…

En ese momento nos vimos las caras, ese comentario fue justo antes de abrir la puerta, y comprendimos que si la criatura era un cocodrilo o algo diferente a un humano, desconocíamos como reaccionaría ante la presencia de comida.

Ya habíamos visto en la entrada como un perro, que corrió y brincó para devorar la granada que acabó con su existencia, no había perdido sus habilidades de la misma manera que los humanos con los que nos habíamos enfrentado. ¿Quien podía asegurarnos que no usaran animales de la zona para experimentar también? O ¿Quién nos aseguraría en ese momento que el perro no fue parte de los experimentos y solo fue una victima más de aquellas criaturas?

La tensión se levantó de nuevo… Tal vez no fuera lo que quería hacer con ese comentario, pero eso ayudó a que todos volvieran al ruedo, estando alertas y con energías nuevamente. No podíamos permitir que una criatura de ese tipo nos sorprendiera en algún momento.

Al abrir la puerta lentamente la luz estaba apagada, aunque no habíamos escuchado nada desde el otro lado cuando tocamos la puerta, existía la posibilidad de que no fuera un humano lo que nos encontráramos, y por ende no escucháramos nada antes de entrar.

Al no observar movimiento desde la oscuridad de aquella sala, Mouse localizó el botón de encendido y lo presionó. La luz iluminó levemente la sala, por las paredes parecía crecer una especie de planta de hojas negras que subía y alcanzaba la bombilla, lo que no permitía que iluminaran correctamente.

En el suelo pudimos ver un cuerpo de una mujer, con una bata de doctora. Tenía una nota en su mano izquierda, y una pistola en la derecha, su hermosa cabellera roja estaba destruida con el orificio que entraba en su lateral y salía por el otro lado de su cabeza.

Entramos lentamente cuidando los detalles. Uno de los muchachos pisó con fuerza una araña que estaba en la habitación. Todos volteamos de golpe hasta donde él estaba y donde había dado el golpe mortal al insecto.

Él levantó las manos, y nos mostró los restos de la araña bajo su bota. Todo estaba bien, pero estábamos con mucha tensión en ese momento. Ya no sabíamos que esperar tras cada puerta.

Empezamos a revisar las cosas. Nos dimos cuenta que este era un laboratorio pequeño donde posiblemente sintetizaban el virus. Habías algunas probetas rotas en el suelo y un líquido pegajoso como la savia cubriendo buena parte de la habitación.

En los escritorios había varios cuadernos de notas desperdigados, y le pedí al Descuartizador que verificara los mismos a ver si podía encontrar algo de interés. Mientras yo verificaba el papel que tenía la doctora…

Esos documentos que recuperamos en la base se perdieron en la selva, cuando todo el Apocalipsis estallo y nos vimos rodeados por miles de criaturas a donde fuéramos era más importante salvar nuestras vidas y tuvimos que abandonar muchos campamentos al ser superados.

En la nota recuerdo varias cosas con detalle y otras superficiales. Aquella mujer la había escrito con la esperanza que algún día alguien se la leyera a su esposo al que se le había dicho que estaba muerta…

Ella era parte de un personal selecto al que se le desapareció para una investigación especial, sospechaba que no era el gobierno quien mantenía la base, pero no tenía pruebas de ello. Y la razón por la que no había intentado de escapar eran varias… Primero porque a los que lo intentaban los mataban y luego eran usados como pacientes y ella no quería ser una más de esas cosas, y segundo porque con vida era más útil intentando de conseguir una cura o vacuna contra aquel virus para proteger a su familia aunque nunca supieran que ella seguía con vida.

Su nota era demasiado triste… No puedo negarlo, pero aquello de que sospechaba que la base no la mantenía me había dado una mala espina… A nosotros nos había mandado el gobierno a buscarlos…