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Extraños Amantes en la Cama.. .
- Voy
a repetirlo una única vez… - Decía la voz desde el exterior, aquél colombiano
no me daba mucha confianza, en especial el que pudiera hablar el idioma tan
fluido y el pequeño acento que no lograba denotar de que parte de Estados
Unidos lo había tomado. – Ríndanse en este momento, depongan sus armas y les
personaremos la vida, sino derribaremos todo el edificio con fuego pesado y no
podrán hacer nada…
Aquél sujeto seguro nos había estado
viendo desde un buen rato antes… Al ver que teníamos varias horas sin salir del
complejo seguro realizó primero el ataque aéreo para eliminar las torres y
verificar si había alguien más en la base…
Conocía a esta clase de personas, eran lo
suficientemente fuertes como para meterse con los grandes carteles de drogas de
la zona, y sacarles dinero para no destruirlos… Y mira si los carteles de la
droga Colombianos eran fuertes en esa época.
Ya había tomado la decisión de cómo
saldríamos de esta… Aunque mis hombres tal vez no comprendieran las cosas,
tenían que hacerse…
No podía comentarles todo, pero con el
conocimiento que teníamos unos de otros, sabían que yo no realizaría ningún
movimiento en vano. Ellos confiaban en mí a plenitud, así como yo podía
confiarles mi espalda… hasta que escucharon mis palabras.
- Alto
el fuego… Voy a salir y deponer mis armas delante de ustedes… Pero voy solo,
mis hombres seguirán aquí en pie siempre y cuando nos estés llamando para
hablar como personas civilizadas…
Los hombres me vieron a la cara con cierta
incredulidad. No comprendían si de verdad nos entregaría… Bruce y Burns menos
que los demás… En Clark noté que esperaba que todo fuera una jugada mía y que
tuviera un plan; cosa que hasta cierto punto era real.
Comencé a caminar hacia la salida. Observé
que Mouse se levantaba y le di la orden de quedar en alerta… Si alguno debía
entregarse para salvar a los demás lo haría yo mismo, como ya lo he dicho, no
pediría a mis hombres hacer algo que yo mismo no fuera capaz de hacer.
Cuando me acercaba a la puerta, pude ver
como unas lucecitas rojas de miras láser se posicionaban en mi pecho y mi
uniforme. Yo llevaba mis armas en mano, donde pudieran verlas y caminaba
lentamente.
Apenas crucé la puerta tenía dos M16
mejoradas apuntándome a la cabeza desde los laterales. Me pregunté si esos
idiotas sabrían que de dispararme a esa distancia y de esa manera las balas me
atravesarían y se matarían ellos mismos en el acto también.
Intenté de no realizar ningún movimiento
brusco, me movía con lentitud pero con completa firmeza.
- ¿Donde
está el General que nos estaba hablando hace un momento?
Fue la pregunta que les solté. En ese
momento un hombre moreno, con una nariz un poco prominente, pero el porte muy
elegante con su traje militar selvático y una sonrisa que quería ser “amistosa”
se me acercó.
- Deponga
sus armas soldado… No tiene ninguna insignia… ¿Acaso su líder envió a un peón a
hablar conmigo?
Le reconocí inmediatamente la voz como el
mismo sujeto que nos estaba ordenando la rendición. Pude ver que el hombre que
estaba detrás de él tenía un lanzacohetes y por lo menos tres cohetes en un
lado, dentro de una especie de correa que me pareció sumamente práctica para
llevar esas municiones.
- Aunque
no me vea las insignias, no las necesito cuando mis hombres me respetan por
completo y aceptan mis decisiones… ¿Dígame que es lo que quiere y que necesita
para irse de aquí?
Aquel hombre no dejaba de sonreír…
- Primero
baje sus armas, y les ordenaré a mis hombres que bajen las suyas… no es cómodo
para nadie hablar con una M16 apuntándole a la cabeza y varios hombres más
fuera del alcance visual apuntando a su corazón…
Su ingles era perfecto… Me preguntaba
cuanto de lo que hablábamos en mi idioma era comprendido por los demás hombres.
Yo no me había apartado del marco de la
puerta de entrada, mis hombres podían ver todos mis movimientos desde el
interior. Pudieron ver también cuando bajaba mis armas lentamente, también,
moví mi mano en un gesto muy leve indicándoles que ellos no debían hacer lo
mismo. Clark que sabía había algo más en mis planes retransmitió la orden como
si lo hubiera dicho yo mismo…
El sujeto dio unas ordenes en español a
sus hombres, y aunque ellos no pusieron sus armas en el suelo, si dejaron de
apuntarme directamente. También pude ver que las luces rojas de las miras se
habían quitado de mi pecho… Todas menos una de ellas que según aquél hombre era
por seguridad.
- Comprenderá
que aunque ordene a mis hombres bajar las armas no puedo permitirme estar por
completo desprotegido contra un Ranger de los Estados Unidos…
La expresión de mi rostro debió cambiar
momentáneamente y por unas milésimas de segundo, cuando noté que aquél sujeto
sabía inclusive que no éramos soldados normales sino Rangers… su sonrisa se
había ensanchado…
- Si
señor… Aún no se su nombre, aunque cuando esté listo usted mismo me lo dirá… Se
que es un Ranger, ¿como si no estaría aquí?, como es que dice ese estúpido
juramento… “llegaremos más lejos, mas profundo y mas hasta los cojones de
nuestros enemigos” – Lo decía con una voz mas ronca y al mismo tiempo en forma
más burlona… - A si… y en especial la parte de “Rendirse no está en nuestro
vocabulario”… Se que es una mierda así…
Yo seguía manteniendo el silencio, quería
ver que tanto sabía aquél hombre y como conocía tanto, como manejaba el idioma
con tanta fluidez y como conocía tantos detalles del grupo que estaba en ese
momento en la base.
- Bueno
por lo menos mantiene el silencio… Me pregunto cual será el plan que tiene para
librarse de esta situación donde más de 100 hombres tienen la base rodeada…
¿Contra cuantos?... ¿Cinco o seis de ustedes?... Nunca se mueven en grandes
grupos porque son grupos de élites… Aunque no le esconderé que me atrae mucho
la atención encontrar un grupo de Rangers en esta base de mierda… Ahora las
manos en la cabeza y arrodíllese…
Mi rostro empezó a mostrar rabia… Tampoco
estaba dispuesto a darle tanta ventaja… No había nada en la base para él… Hasta
los prisioneros habían sido evacuados de las instalaciones…
- Si
sabe tanto… - Le respondí secamente sin ponerme las manos en la cabeza ni
arrodillarme ante un intento de soldado como ese. – Entonces debe saber que
aquí no tienen nada que le sea de interés. Por lo que repito mi pregunta… ¿Qué
quiere y que necesita para irse de este lugar de muerte?
- ¿Acaso
es una amenaza lo que acabo de escuchar? – Lo dijo en español… Eso lo supe
después… hizo un gesto con la cabeza y sentí un golpe detrás de mis rodillas
con la culata de una metralleta y luego un golpe en la nuca que me hizo llevar
mis manos a la cabeza. Luego me dijo en ingles. – Aquí el único que puede
amenazar soy yo… Por si no ha comprendido la situación.
En ese momento pude ver como las sombras
dentro del complejo comenzaron a moverse… Tal vez serían Mouse y Burns o Bruce…
Suavemente moví el dedo detrás de mi cabeza en un gesto de negación y pude ver
como se detuvieron al instante… seguía teniendo control sobre mis hombres; Eso
era bueno he importante.
No dije más palabras… Aunque mantenía la
sonrisa me pareció ver indignación en su mirada…
- Por
todos los dioses… ustedes los Americanos y sus juramentos, honor y esas cosas
que no les permite hablar… Vamos levántate… vamos a darte un voto de buena
voluntad para ver si así confías en mi palabra que los dejaremos con vida si se
rinden… ya saliste tú que salgan tus compañeros…
Me levanté lentamente, los hombres de él
levantaban las armas, ahí comprendí que cuando hablaba conmigo en ingles los
demás hombres no le entendían del todo… El tuvo que hacer un gesto y dar unas
órdenes en español para que bajaran sus armas y se calmaran conmigo.
- Mis
hombres no depondrán las armas… Solo yo me entregaré y eso siempre y cuando
signifique que mis hombres podrán continuar con su misión…
- ¿Y
que misión podría ser esa?... ¿Acaso no la resolvieron ya?... llevan todo el
día en esta base… De hecho creía que les había pasado algo ahí adentro porque
tardaron horas en salir, mis hombres se impacientaron y tuve que ordenar el
ataque para tomar la base…
- Mi
misión no tiene importancia para ti… Solo es necesario que sepas que debemos
acabar con la plaga que se encuentra en esta base, y luego queremos llevarnos
al personal que tenían aquí en contra de su voluntad para devolverlos a
territorio americano…
El se mostró un poco interesado… Aunque no
sabía que le estaba diciendo más de lo que yo sabía antes de llegar aquí,
seguía sin imaginarse lo que estaba ocurriendo en el lugar… Tal vez pudiera
seguir manteniendo mi ventaja…
- Hagamos
un trato… - Me decía mientras jugaba con su mano en la ligera barba que
mostraba su mentón… - Tus hombres que salgan y depongan sus armas… Entonces me
dicen donde están dejando a mis hombres que tenían de rehenes aquí, los
liberamos, y yo dejo ir a cada uno de ustedes por cada dos de los míos que
logre liberar… Si sabes contar, ya debes de saber donde están mis hombres y si
podrán salir todos o no de aquí, por lo que te estoy dando la ventaja… ¿Qué
dices?...
Me estaba facilitando mi trabajo más de lo
necesario… Le solté una leve sonrisa…
- Mis
hombres no se arrodillaran, ni se pondrán las manos en la nuca como
prisioneros…
- Hecho…
- Todos
mis hombres vienen conmigo, y el personal americano se retira con nosotros…
- Hecho…
Estaba picando, pero era demasiado
sencillo todavía… No sabía si podía confiar en esa sonrisa falsa que seguía sin
quitar de su rostro. Pero sabía que él consideraba que tenía todo bajo completo
control.
Seguía sin esperarse lo que le preparaba…
Hice una seña y mis muchachos salieron lentamente…
Cuando salían los soldados Colombianos
comenzaron a ponerse nerviosos… Pude ver que hasta cierto punto nos tenían
miedo, estaban nerviosos, aunque si decía la verdad en que eran por lo menos
unos 100 hombres, no podríamos contra todos, si lanzaban su artillería más
fuerte contra nosotros…
Cuando mis hombres salían, de los lados de
los edificios, fuera de la alambrada y alrededor nuestro se congregaron
rápidamente unos treinta o cuarenta soldados… Todos tenían M16, de cada cinco
por lo menos uno tenía un lanzacohetes con 3 cohetes más en sus correas…
Aunque no tuvieran mucho personal en la
jungla, ya nos hubiera sido difícil defendernos contra esos lanzacohetes que
podían disparar al interior del laboratorio en sucesiones y acabar con el edificio y con todo lo que estuviera
adentro.
- Aunque
no les voy a pedir que se arrodillen para mantener mi palabra, si voy a pedir
que suelten sus armas… No quiero que a uno de mis hombres se le escape un
disparo…
Me seguía viendo directo, sabía que los
muchachos lo habían escuchado, pero si yo no daba la orden ellos no depondrían
sus armas. Un Ranger no se rinde y eso era lo que estábamos haciendo en todo lo práctico de la palabra.
Los muchachos hicieron una mueca, no
esperaban que yo les pidiera que depusieran sus armas… Estaba quebrando las
reglas, ellos lo sabían y no les gustaba. Ya no comprendían que estaba
haciendo.
Pude ver en la mirada del Descuartizador
algo de rabia y odio, no estoy seguro si contra mi parte o contra el Comandante
que teníamos frente a nosotros. Pero no le gustó para nada hacer aquello…
Por muy loco que suene Mouse, fue el que
más se resistió en bajar sus armas. Se le veía muy pálido, había perdido su
color, el sudor lo atacaba como si se encontrara en un sauna, la venda del
hombro estaba muy sudada, pero se notaba que no había botado casi sangre.
Recordé en ese momento mi venda, pero no
era momento de verla. Le ordené a Mouse que bajara su arma, que era una orden
superior… Ellos sabían que yo estaba quebrando las reglas, pero ellos también
lo harían si no seguían mi orden.
Podían declarar a Clark como el nuevo
líder al mando por ser el siguiente en la línea de nuestro grupo, sin embargo
no lo hicieron… Si pensaron hacerlo ahí no lo demostraron.
Mouse bajó el arma de mala gana, unos
soldados se acercaron y tomaron los rifles, las granadas y el material que
habían sacado… Noté inmediatamente que no cargaban todo sus equipos con ellos…
Seguro habían escondido algo dentro de los quirófanos o dentro del edificio
para que no se lo quitaran todo si tenían que retroceder por alguna razón…
Me pareció sumamente inteligente, pero
conociendo lo que iba a pasar, y esperaba en verdad que todo ocurriera como
esperaba, no iba a ser necesario más que para demostrar superioridad ante
aquellos hombres.
- Bien…
Por cierto… Llámeme Comandante Flores… Harry Flores para ustedes… Ahora la
siguiente parte del trato señor… Muéstreme donde están el resto mis hombres
presos, y por cada dos que liberemos se podrá ir uno de ustedes… Y esperemos
que estén en buen estado de salud, porque en el mismo estado los dejaremos a
ustedes cuando se retiren…
Esa parte no me había gustado. No se si
los muchachos habían captado la idea que tenía pero ninguno hizo gesto alguno
con las palabras del “trato” que había hecho con el comandante Flores.
- Bien
sígame… Aunque debo decirle que una unión entre las partes podrían ser
sumamente beneficiosas… Usted recuperaría a sus hombres, acabaríamos con la
mierda de aquí y todos seríamos felices…
- ¿Y
exactamente que clase de mierda deberíamos de ayudarlos a limpiar?… ¿Sabe? Me
importa un bledo lo que estuvieran haciendo en este lugar… Solo quiero a mis
hombres…
- Si no nos ayuda, esto podría ponerse feo
para su país y para toda la zona amigo… Se lo puedo prometer…
El parecía no inmutarse, mientras
caminábamos dando la vuelta al edificio y pasamos sobre el primer zombie que
habíamos aniquilado afuera del edificio.
Pude ver que habían llegado en varios
vehículos Americanos todo terrenos muy nuevos y dotados de fuerte armamento…
Posiblemente sacado de alguna otra base en la selva de la que se habían
apoderado.
Miró con asco el cadáver putrefacto que
acabábamos de pasar por encima…
- Lo
llevaré a la prisión donde los tienen. Aunque insisto en que deberíamos de unir
fuerzas contra esta mierda como la que le acaba de pasar por un lado…
- Yo
ya hice un trato… Y creo que le estoy dando demasiado para lo que debería de
entregarle… Normalmente tomo todo lo que encuentro en mi paso por las bases que
encuentro, y ayudo a las aldeas y pequeñas ciudades de los alrededores.
Cuando
veo que un narcotraficante está saliéndose de sus líneas vamos y le ponemos el
parado… O le quemamos las plantaciones o le eliminamos parte del personal
abusador… Controlamos la zona mejor de lo que podría hacerlo el ejército
nacional, y eso es mucho decir amigo.
Nos acercábamos al edificio con el primer
laboratorio… En ese punto esperaba que ya mis hombres comprendieran la
maniobra…
- Solo
queremos lo mejor para todas las partes… No estamos aquí en contra de ustedes,
solo a favor de los locales y para sacar a los nuestros…
- Ya
cállese y termine de llevarnos a donde están mis hombres…
Se había impacientado un poco, eso sería
otra ventaja a mi favor. Esperaba desde mi corazón que los hombres en verdad
estuvieran alerta… No faltaran a su juramento que yo había quebrado en
beneficio del propio grupo.
Entramos en el laboratorio uno, donde
entramos primero, la puerta de la izquierda seguía cerrada, y la siguiente aún mantenía la silla
y los seguros puestos para que no pudiera ser abierto por lo que estaba dentro.
Flores entró con un grupo de cinco
hombres, mis hombres también entraron en el complejo, y pude ver como habían
quedado cerca de la entrada unos diez soldados de las FARC y los demás
seguramente se habían vuelto a replegar y se habían llevado nuestras armas…
Me acerqué a la puerta para abrirla…
Pensaba abrirla y apartarme para que sus propios hombres fueran quienes lo
defendieran contra lo que desconocían por completo…
Sin embargo cuando me acercaba a la puerta
me ordenó que me detuviera. Ellos serían quienes liberarían a sus compatriotas.
Yo me aparté hacia el pasillo interior del complejo. Tenía mi espalda segura
por lo que no me preocupé, y mi tranquilidad también hizo que el Comandante
Flores se pusiera a mi lado sin siquiera voltear a ver a nuestras espaldas.
Mis hombres se separaron un poco entre
ellos, cada uno se posicionó cerca de un soldado de las FARC y pude ver como
dos hombres más se habían puesto en el interior del complejo, esperaba que
hubieran dos más del lado de afuera.
Cuando los dos soldados que se pusieron en
la puerta donde estaban sus “compañeros” que iban a liberar, note que todos mis
hombres estaban más alegres y listos para lo que se venía… Tendríamos
desventaja al no poseer armas, pero los soldados de las FARC estaban aún más en
desventaja al desconocer lo que se les venía encima.
Los soldados abrieron la puerta
finalmente, desde el interior los gruñidos, y los pasos acelerados no se
hicieron esperar. Las dos primeras criaturas que habían salido levantaron los
brazos para abrazar a sus liberadores…
Estos con una nota de alegría levantaron
los brazos para atraparlos y ayudarlos, un segundo después escuchamos como
gritaron como niñas asustadas al ver los rostros destruidos de los monstruos
que salieron de la sala y los tumbaron al suelo mientras les comían el rostro y
la carne.
El comandante Flores no supo que hacer,
maldijo por lo alto en completo español, pidiéndole a los hombres que no los
atacaran que estaban liberándolos y no eran ellos los captores. No había notado
las deformaciones que tenían quienes rápidamente salían en marejadas desde el
interior de la habitación.
Mientras seguían sin comprender, los
hombres que estaban en la entrada corrieron a socorrer a los hombres que habían
caído y fueron alcanzados al no cuidarse de los demás que estaban saliendo.
Mis hombres retrocedieron, dejando que los
zombies se comieran a los primeros que lograban agarrar. El comandante Flores,
ante el desconcierto y sin comprender que estaba ocurriendo ordenó se abriera
fuego contra los que los estaban atacando.
Los soldados que quedaban en pie en el
interior comenzaron a dispararles al cuerpo de los zombies que venían tras
ellos, un par de soldados que entraban en el complejo no comprendían bien lo
que estaba ocurriendo, y cuando hicieron el amago de apuntar a mis hombres,
estos se defendieron, les quitaron las armas y los lanzaron hacia la horda de
zombies que seguían devorando todo lo que caía al alcance de sus manos y
garras.
Yo aproveché la situación para quitarle el
arma al Comandante Flores y comenzar a disparar a los zombies que se levantaban
para venir hacia nosotros…
- Dígale
a sus hombres que les apunten a la cabeza, es lo único que los detiene. Y
cuidado a quien matan…
Pareció un poco desorientado en el
momento, se había quedado sin arma y se dio cuenta que no estaba lanzándome
sobre él sino contra las criaturas que se nos acercaban para buscar devorarnos.
Mis hombres cerraron la puerta al
laboratorio para que no entraran más soldados de las FARC y cometieran un error
disparándonos a nosotros, fue lo mejor que pudieron hacer en el momento, aunque
los soldados afuera se volvieron como locos a querer entrar en el momento.
Mientras tanto nosotros limpiamos la sala.
Los disparos en la cabeza a las 20 criaturas que ya se encontraban en la sala
los eliminaron rápidamente. No quedó ningún soldado de las FARC en pie excepto
el comandante a mi lado.
En ese momento me voltee hacia el mismo y
le apunté a la cabeza, un solo disparo y podría haberlo matado ahí mismo… Si
originalmente eran unos 100 hombres, ahora solo quedarían 90 o menos.
- Antes
de venir aquí le dije que lo mejor era que cooperáramos para eliminar toda esta
mierda que sería peor para los locales y la región, que nosotros solo queríamos
a nuestros hombres y largarnos de aquí…
Sin
embargo no me dio nada de confianza Comandante Flores… Su estúpida sonrisa
siempre me dijo que mentía puesto que un hombre no puede mentir para todo.
- Yo…
Yo… - Decía aquel hombre que tenía el cañón en su cara… - Me mentiste… Me
traicionaste… Me acabas de humillar ante mis hombres y ahora ¿me quieres tener
como rehén para escapar de aquí?
- No
quiero tenerlo de rehén… - Bajé el arma, le coloqué el seguro y le dí la vuelta
para entregársela. – Quiero tenerlo de compañero. Si intentaba de explicarle
sobre estas cosas no me lo iba a creer… Por lo que tenía que verla por usted
mismo…
El un poco desconcertado parecía dudar en
tomar el arma que le estaba entregando… Su propia arma que en ese momento era
completamente desconocida para él. Al voltear a ver a mis hombres, estaban
manteniendo la puerta lo mejor que podían, pero todos bajaron sus armas en
señal de no agresión contra el comandante…
Tomó la pistola, y la estaba comenzando a
guardar en su funda, cuando le hice un gesto de negación con la cabeza…
- Aún
le queda un trabajo sucio por hacer Comandante… Debe darles un disparo en la
cabeza a sus hombres que acaban de morir por el ataque de esas criaturas.
Su mirada seguía incrédula… no parecía
comprender aún que lo que lo habían atacado eran zombies como las malas
películas americanas…
En ese momento los dos primeros soldados
que habían fallecido por las mordidas, los que habían abierto las puertas
comenzaron a moverse aún con los cadáveres de sus agresores sobre ellos…
El comandante Flores comprendió entonces…
Que los que acababan de morir de aquella manera empezaban a levantarse…
Nosotros no estábamos seguros si los videos que habíamos visto eran exactos,
pero una vez el cadáver estaba infectado se levantaba al poco tiempo de haber
sido infectado.
El comandante se acercó a los restos de
sus hombres, al primero le disparó donde debería de estar el corazón. Seguía
moviéndose buscando liberarse del cuerpo que tenía encima.
- Así
no… - Le dije en tono de regaño… - No
gaste balas… En la cabeza es lo más efectivo.
- No
puedo creer que no mueran por los medio normales… - Le disparó en la garganta.
– Ese disparo debería haberle roto la yugular, y estarse desangrando, o
destruido la columna en su cuello y ¿aún así sigue activa esa cosa?
- Le
recomiendo que se apure… - Le dije con paciencia mientras veía otro de los
cadáveres comenzando a levantarse. – Los demás no tardarán en levantarse
también. Nosotros no creamos esta mierda, y estamos en contra de lo que se
hacía aquí… Pero no nos haremos responsables de las muertes de sus hombres…
usted debe acabar con ellos por respeto y por su propio honor…
En la puerta se escuchaba los golpes de
los hombres. El les gritó algo en español, creo que recuerdo que era algo así
como “Estoy bien, ya dejen de golpear la puerta salgo en un momento…”
Luego le disparó en la cabeza y acabó con
la existencia del desdichado. Luego el siguiente y el siguiente… Descargó su
arma dos veces para poder acabar con ellos… Se notó que le dolía cada una de
las muertes que estaba provocando. Seguro conocía muy bien a sus hombres y los
que tenía ahí eran los de más confianza.
- Ahora
hablemos de nuevo de las condiciones amigo… - Le dije en tono calmado… - Yo no
quiero asesinar a sus hombres… Solo no sabemos donde está el personal que se suponía
debía estar aquí y debíamos sacar… Por nosotros pueden quedarse con esta base y
todo lo que en ella está…
Estaba tranquilo que no podrían conseguir
nada de mayor importancia, puesto que ya lo habíamos barrido, teníamos en
nuestro poder el disco duro del servidor, y la caja fuerte con la muestra era
imposible de ser abierta…
El comandante Flores me vio a los ojos…
Notaba su tristeza interior, aunque seguía sin borrar su estúpida sonrisa…
- La
guerra crea extraños compañeros de cama mi amigo…
- Aún
más feo, es ver como convierte a los hombres en filósofos… - Le dije recordando
alguna cita de la segunda guerra mundial o algún libro que no recordaba quien
había escrito… - Y aún a más de ellos en monstruos. Aunque en este caso… Sea
demasiado literal.
Nos dimos las manos como presentación y
respeto… era momento de salir de aquél lugar…
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