jueves, 1 de noviembre de 2012

Capitulo 9 "Las Selvas del Infierno" X Extraños Amantes en la Cama


X
Extraños Amantes en la Cama...

-      Voy a repetirlo una única vez… - Decía la voz desde el exterior, aquél colombiano no me daba mucha confianza, en especial el que pudiera hablar el idioma tan fluido y el pequeño acento que no lograba denotar de que parte de Estados Unidos lo había tomado. – Ríndanse en este momento, depongan sus armas y les personaremos la vida, sino derribaremos todo el edificio con fuego pesado y no podrán hacer nada…

Aquél sujeto seguro nos había estado viendo desde un buen rato antes… Al ver que teníamos varias horas sin salir del complejo seguro realizó primero el ataque aéreo para eliminar las torres y verificar si había alguien más en la base…

Conocía a esta clase de personas, eran lo suficientemente fuertes como para meterse con los grandes carteles de drogas de la zona, y sacarles dinero para no destruirlos… Y mira si los carteles de la droga Colombianos eran fuertes en esa época.

Ya había tomado la decisión de cómo saldríamos de esta… Aunque mis hombres tal vez no comprendieran las cosas, tenían que hacerse…

No podía comentarles todo, pero con el conocimiento que teníamos unos de otros, sabían que yo no realizaría ningún movimiento en vano. Ellos confiaban en mí a plenitud, así como yo podía confiarles mi espalda… hasta que escucharon mis palabras.

-      Alto el fuego… Voy a salir y deponer mis armas delante de ustedes… Pero voy solo, mis hombres seguirán aquí en pie siempre y cuando nos estés llamando para hablar como personas civilizadas…

Los hombres me vieron a la cara con cierta incredulidad. No comprendían si de verdad nos entregaría… Bruce y Burns menos que los demás… En Clark noté que esperaba que todo fuera una jugada mía y que tuviera un plan; cosa que hasta cierto punto era real.

Comencé a caminar hacia la salida. Observé que Mouse se levantaba y le di la orden de quedar en alerta… Si alguno debía entregarse para salvar a los demás lo haría yo mismo, como ya lo he dicho, no pediría a mis hombres hacer algo que yo mismo no fuera capaz de hacer.

Cuando me acercaba a la puerta, pude ver como unas lucecitas rojas de miras láser se posicionaban en mi pecho y mi uniforme. Yo llevaba mis armas en mano, donde pudieran verlas y caminaba lentamente.

Apenas crucé la puerta tenía dos M16 mejoradas apuntándome a la cabeza desde los laterales. Me pregunté si esos idiotas sabrían que de dispararme a esa distancia y de esa manera las balas me atravesarían y se matarían ellos mismos en el acto también.

Intenté de no realizar ningún movimiento brusco, me movía con lentitud pero con completa firmeza.

-      ¿Donde está el General que nos estaba hablando hace un momento?

Fue la pregunta que les solté. En ese momento un hombre moreno, con una nariz un poco prominente, pero el porte muy elegante con su traje militar selvático y una sonrisa que quería ser “amistosa” se me acercó.

-      Deponga sus armas soldado… No tiene ninguna insignia… ¿Acaso su líder envió a un peón a hablar conmigo?

Le reconocí inmediatamente la voz como el mismo sujeto que nos estaba ordenando la rendición. Pude ver que el hombre que estaba detrás de él tenía un lanzacohetes y por lo menos tres cohetes en un lado, dentro de una especie de correa que me pareció sumamente práctica para llevar esas municiones.

-      Aunque no me vea las insignias, no las necesito cuando mis hombres me respetan por completo y aceptan mis decisiones… ¿Dígame que es lo que quiere y que necesita para irse de aquí?

Aquel hombre no dejaba de sonreír…

-      Primero baje sus armas, y les ordenaré a mis hombres que bajen las suyas… no es cómodo para nadie hablar con una M16 apuntándole a la cabeza y varios hombres más fuera del alcance visual apuntando a su corazón…

Su ingles era perfecto… Me preguntaba cuanto de lo que hablábamos en mi idioma era comprendido por los demás hombres.

Yo no me había apartado del marco de la puerta de entrada, mis hombres podían ver todos mis movimientos desde el interior. Pudieron ver también cuando bajaba mis armas lentamente, también, moví mi mano en un gesto muy leve indicándoles que ellos no debían hacer lo mismo. Clark que sabía había algo más en mis planes retransmitió la orden como si lo hubiera dicho yo mismo…

El sujeto dio unas ordenes en español a sus hombres, y aunque ellos no pusieron sus armas en el suelo, si dejaron de apuntarme directamente. También pude ver que las luces rojas de las miras se habían quitado de mi pecho… Todas menos una de ellas que según aquél hombre era por seguridad.

-      Comprenderá que aunque ordene a mis hombres bajar las armas no puedo permitirme estar por completo desprotegido contra un Ranger de los Estados Unidos…

La expresión de mi rostro debió cambiar momentáneamente y por unas milésimas de segundo, cuando noté que aquél sujeto sabía inclusive que no éramos soldados normales sino Rangers… su sonrisa se había ensanchado…

-      Si señor… Aún no se su nombre, aunque cuando esté listo usted mismo me lo dirá… Se que es un Ranger, ¿como si no estaría aquí?, como es que dice ese estúpido juramento… “llegaremos más lejos, mas profundo y mas hasta los cojones de nuestros enemigos” – Lo decía con una voz mas ronca y al mismo tiempo en forma más burlona… - A si… y en especial la parte de “Rendirse no está en nuestro vocabulario”… Se que es una mierda así…

Yo seguía manteniendo el silencio, quería ver que tanto sabía aquél hombre y como conocía tanto, como manejaba el idioma con tanta fluidez y como conocía tantos detalles del grupo que estaba en ese momento en la base.

-      Bueno por lo menos mantiene el silencio… Me pregunto cual será el plan que tiene para librarse de esta situación donde más de 100 hombres tienen la base rodeada… ¿Contra cuantos?... ¿Cinco o seis de ustedes?... Nunca se mueven en grandes grupos porque son grupos de élites… Aunque no le esconderé que me atrae mucho la atención encontrar un grupo de Rangers en esta base de mierda… Ahora las manos en la cabeza y arrodíllese…

Mi rostro empezó a mostrar rabia… Tampoco estaba dispuesto a darle tanta ventaja… No había nada en la base para él… Hasta los prisioneros habían sido evacuados de las instalaciones…

-      Si sabe tanto… - Le respondí secamente sin ponerme las manos en la cabeza ni arrodillarme ante un intento de soldado como ese. – Entonces debe saber que aquí no tienen nada que le sea de interés. Por lo que repito mi pregunta… ¿Qué quiere y que necesita para irse de este lugar de muerte?

-      ¿Acaso es una amenaza lo que acabo de escuchar? – Lo dijo en español… Eso lo supe después… hizo un gesto con la cabeza y sentí un golpe detrás de mis rodillas con la culata de una metralleta y luego un golpe en la nuca que me hizo llevar mis manos a la cabeza. Luego me dijo en ingles. – Aquí el único que puede amenazar soy yo… Por si no ha comprendido la situación.

En ese momento pude ver como las sombras dentro del complejo comenzaron a moverse… Tal vez serían Mouse y Burns o Bruce… Suavemente moví el dedo detrás de mi cabeza en un gesto de negación y pude ver como se detuvieron al instante… seguía teniendo control sobre mis hombres; Eso era bueno he importante.

No dije más palabras… Aunque mantenía la sonrisa me pareció ver indignación en su mirada…

-      Por todos los dioses… ustedes los Americanos y sus juramentos, honor y esas cosas que no les permite hablar… Vamos levántate… vamos a darte un voto de buena voluntad para ver si así confías en mi palabra que los dejaremos con vida si se rinden… ya saliste tú que salgan tus compañeros…

Me levanté lentamente, los hombres de él levantaban las armas, ahí comprendí que cuando hablaba conmigo en ingles los demás hombres no le entendían del todo… El tuvo que hacer un gesto y dar unas órdenes en español para que bajaran sus armas y se calmaran conmigo.

-      Mis hombres no depondrán las armas… Solo yo me entregaré y eso siempre y cuando signifique que mis hombres podrán continuar con su misión…

-      ¿Y que misión podría ser esa?... ¿Acaso no la resolvieron ya?... llevan todo el día en esta base… De hecho creía que les había pasado algo ahí adentro porque tardaron horas en salir, mis hombres se impacientaron y tuve que ordenar el ataque para tomar la base…

-      Mi misión no tiene importancia para ti… Solo es necesario que sepas que debemos acabar con la plaga que se encuentra en esta base, y luego queremos llevarnos al personal que tenían aquí en contra de su voluntad para devolverlos a territorio americano…

El se mostró un poco interesado… Aunque no sabía que le estaba diciendo más de lo que yo sabía antes de llegar aquí, seguía sin imaginarse lo que estaba ocurriendo en el lugar… Tal vez pudiera seguir manteniendo mi ventaja…

-      Hagamos un trato… - Me decía mientras jugaba con su mano en la ligera barba que mostraba su mentón… - Tus hombres que salgan y depongan sus armas… Entonces me dicen donde están dejando a mis hombres que tenían de rehenes aquí, los liberamos, y yo dejo ir a cada uno de ustedes por cada dos de los míos que logre liberar… Si sabes contar, ya debes de saber donde están mis hombres y si podrán salir todos o no de aquí, por lo que te estoy dando la ventaja… ¿Qué dices?...

Me estaba facilitando mi trabajo más de lo necesario… Le solté una leve sonrisa…

-      Mis hombres no se arrodillaran, ni se pondrán las manos en la nuca como prisioneros…

-      Hecho…

-      Todos mis hombres vienen conmigo, y el personal americano se retira con nosotros…

-      Hecho…

Estaba picando, pero era demasiado sencillo todavía… No sabía si podía confiar en esa sonrisa falsa que seguía sin quitar de su rostro. Pero sabía que él consideraba que tenía todo bajo completo control.

Seguía sin esperarse lo que le preparaba… Hice una seña y mis muchachos salieron lentamente…

Cuando salían los soldados Colombianos comenzaron a ponerse nerviosos… Pude ver que hasta cierto punto nos tenían miedo, estaban nerviosos, aunque si decía la verdad en que eran por lo menos unos 100 hombres, no podríamos contra todos, si lanzaban su artillería más fuerte contra nosotros…

Cuando mis hombres salían, de los lados de los edificios, fuera de la alambrada y alrededor nuestro se congregaron rápidamente unos treinta o cuarenta soldados… Todos tenían M16, de cada cinco por lo menos uno tenía un lanzacohetes con 3 cohetes más en sus correas…

Aunque no tuvieran mucho personal en la jungla, ya nos hubiera sido difícil defendernos contra esos lanzacohetes que podían disparar al interior del laboratorio en sucesiones  y acabar con el edificio y con todo lo que estuviera adentro.

-      Aunque no les voy a pedir que se arrodillen para mantener mi palabra, si voy a pedir que suelten sus armas… No quiero que a uno de mis hombres se le escape un disparo…

Me seguía viendo directo, sabía que los muchachos lo habían escuchado, pero si yo no daba la orden ellos no depondrían sus armas. Un Ranger no se rinde y eso era lo que estábamos haciendo  en todo lo práctico de la palabra.

Los muchachos hicieron una mueca, no esperaban que yo les pidiera que depusieran sus armas… Estaba quebrando las reglas, ellos lo sabían y no les gustaba. Ya no comprendían que estaba haciendo.

Pude ver en la mirada del Descuartizador algo de rabia y odio, no estoy seguro si contra mi parte o contra el Comandante que teníamos frente a nosotros. Pero no le gustó para nada hacer aquello…

Por muy loco que suene Mouse, fue el que más se resistió en bajar sus armas. Se le veía muy pálido, había perdido su color, el sudor lo atacaba como si se encontrara en un sauna, la venda del hombro estaba muy sudada, pero se notaba que no había botado casi sangre.

Recordé en ese momento mi venda, pero no era momento de verla. Le ordené a Mouse que bajara su arma, que era una orden superior… Ellos sabían que yo estaba quebrando las reglas, pero ellos también lo harían si no seguían mi orden.

Podían declarar a Clark como el nuevo líder al mando por ser el siguiente en la línea de nuestro grupo, sin embargo no lo hicieron… Si pensaron hacerlo ahí no lo demostraron.

Mouse bajó el arma de mala gana, unos soldados se acercaron y tomaron los rifles, las granadas y el material que habían sacado… Noté inmediatamente que no cargaban todo sus equipos con ellos… Seguro habían escondido algo dentro de los quirófanos o dentro del edificio para que no se lo quitaran todo si tenían que retroceder por alguna razón…

Me pareció sumamente inteligente, pero conociendo lo que iba a pasar, y esperaba en verdad que todo ocurriera como esperaba, no iba a ser necesario más que para demostrar superioridad ante aquellos hombres.

-      Bien… Por cierto… Llámeme Comandante Flores… Harry Flores para ustedes… Ahora la siguiente parte del trato señor… Muéstreme donde están el resto mis hombres presos, y por cada dos que liberemos se podrá ir uno de ustedes… Y esperemos que estén en buen estado de salud, porque en el mismo estado los dejaremos a ustedes cuando se retiren…

Esa parte no me había gustado. No se si los muchachos habían captado la idea que tenía pero ninguno hizo gesto alguno con las palabras del “trato” que había hecho con el comandante Flores.

-      Bien sígame… Aunque debo decirle que una unión entre las partes podrían ser sumamente beneficiosas… Usted recuperaría a sus hombres, acabaríamos con la mierda de aquí y todos seríamos felices…

-      ¿Y exactamente que clase de mierda deberíamos de ayudarlos a limpiar?… ¿Sabe? Me importa un bledo lo que estuvieran haciendo en este lugar… Solo quiero a mis hombres…

- Si no nos ayuda, esto podría ponerse feo para su país y para toda la zona amigo… Se lo puedo prometer…

El parecía no inmutarse, mientras caminábamos dando la vuelta al edificio y pasamos sobre el primer zombie que habíamos aniquilado afuera del edificio.

Pude ver que habían llegado en varios vehículos Americanos todo terrenos muy nuevos y dotados de fuerte armamento… Posiblemente sacado de alguna otra base en la selva de la que se habían apoderado.

Miró con asco el cadáver putrefacto que acabábamos de pasar por encima…

-      Lo llevaré a la prisión donde los tienen. Aunque insisto en que deberíamos de unir fuerzas contra esta mierda como la que le acaba de pasar por un lado…

-      Yo ya hice un trato… Y creo que le estoy dando demasiado para lo que debería de entregarle… Normalmente tomo todo lo que encuentro en mi paso por las bases que encuentro, y ayudo a las aldeas y pequeñas ciudades de los alrededores.

       Cuando veo que un narcotraficante está saliéndose de sus líneas vamos y le ponemos el parado… O le quemamos las plantaciones o le eliminamos parte del personal abusador… Controlamos la zona mejor de lo que podría hacerlo el ejército nacional, y eso es mucho decir amigo.

Nos acercábamos al edificio con el primer laboratorio… En ese punto esperaba que ya mis hombres comprendieran la maniobra…

-      Solo queremos lo mejor para todas las partes… No estamos aquí en contra de ustedes, solo a favor de los locales y para sacar a los nuestros…

-      Ya cállese y termine de llevarnos a donde están mis hombres…

Se había impacientado un poco, eso sería otra ventaja a mi favor. Esperaba desde mi corazón que los hombres en verdad estuvieran alerta… No faltaran a su juramento que yo había quebrado en beneficio del propio grupo.

Entramos en el laboratorio uno, donde entramos primero, la puerta de la izquierda seguía  cerrada, y la siguiente aún mantenía la silla y los seguros puestos para que no pudiera ser abierto por lo que estaba dentro.

Flores entró con un grupo de cinco hombres, mis hombres también entraron en el complejo, y pude ver como habían quedado cerca de la entrada unos diez soldados de las FARC y los demás seguramente se habían vuelto a replegar y se habían llevado nuestras armas…

Me acerqué a la puerta para abrirla… Pensaba abrirla y apartarme para que sus propios hombres fueran quienes lo defendieran contra lo que desconocían por completo…

Sin embargo cuando me acercaba a la puerta me ordenó que me detuviera. Ellos serían quienes liberarían a sus compatriotas. Yo me aparté hacia el pasillo interior del complejo. Tenía mi espalda segura por lo que no me preocupé, y mi tranquilidad también hizo que el Comandante Flores se pusiera a mi lado sin siquiera voltear a ver a nuestras espaldas.

Mis hombres se separaron un poco entre ellos, cada uno se posicionó cerca de un soldado de las FARC y pude ver como dos hombres más se habían puesto en el interior del complejo, esperaba que hubieran dos más del lado de afuera.

Cuando los dos soldados que se pusieron en la puerta donde estaban sus “compañeros” que iban a liberar, note que todos mis hombres estaban más alegres y listos para lo que se venía… Tendríamos desventaja al no poseer armas, pero los soldados de las FARC estaban aún más en desventaja al desconocer lo que se les venía encima.

Los soldados abrieron la puerta finalmente, desde el interior los gruñidos, y los pasos acelerados no se hicieron esperar. Las dos primeras criaturas que habían salido levantaron los brazos para abrazar a sus liberadores…

Estos con una nota de alegría levantaron los brazos para atraparlos y ayudarlos, un segundo después escuchamos como gritaron como niñas asustadas al ver los rostros destruidos de los monstruos que salieron de la sala y los tumbaron al suelo mientras les comían el rostro y la carne.

El comandante Flores no supo que hacer, maldijo por lo alto en completo español, pidiéndole a los hombres que no los atacaran que estaban liberándolos y no eran ellos los captores. No había notado las deformaciones que tenían quienes rápidamente salían en marejadas desde el interior de la habitación.

Mientras seguían sin comprender, los hombres que estaban en la entrada corrieron a socorrer a los hombres que habían caído y fueron alcanzados al no cuidarse de los demás que estaban saliendo.

Mis hombres retrocedieron, dejando que los zombies se comieran a los primeros que lograban agarrar. El comandante Flores, ante el desconcierto y sin comprender que estaba ocurriendo ordenó se abriera fuego contra los que los estaban atacando.

Los soldados que quedaban en pie en el interior comenzaron a dispararles al cuerpo de los zombies que venían tras ellos, un par de soldados que entraban en el complejo no comprendían bien lo que estaba ocurriendo, y cuando hicieron el amago de apuntar a mis hombres, estos se defendieron, les quitaron las armas y los lanzaron hacia la horda de zombies que seguían devorando todo lo que caía al alcance de sus manos y garras.

Yo aproveché la situación para quitarle el arma al Comandante Flores y comenzar a disparar a los zombies que se levantaban para venir hacia nosotros…

-      Dígale a sus hombres que les apunten a la cabeza, es lo único que los detiene. Y cuidado a quien matan…

Pareció un poco desorientado en el momento, se había quedado sin arma y se dio cuenta que no estaba lanzándome sobre él sino contra las criaturas que se nos acercaban para buscar devorarnos.

Mis hombres cerraron la puerta al laboratorio para que no entraran más soldados de las FARC y cometieran un error disparándonos a nosotros, fue lo mejor que pudieron hacer en el momento, aunque los soldados afuera se volvieron como locos a querer entrar en el momento.

Mientras tanto nosotros limpiamos la sala. Los disparos en la cabeza a las 20 criaturas que ya se encontraban en la sala los eliminaron rápidamente. No quedó ningún soldado de las FARC en pie excepto el comandante a mi lado.

En ese momento me voltee hacia el mismo y le apunté a la cabeza, un solo disparo y podría haberlo matado ahí mismo… Si originalmente eran unos 100 hombres, ahora solo quedarían 90 o menos.

-      Antes de venir aquí le dije que lo mejor era que cooperáramos para eliminar toda esta mierda que sería peor para los locales y la región, que nosotros solo queríamos a nuestros hombres y largarnos de aquí…

       Sin embargo no me dio nada de confianza Comandante Flores… Su estúpida sonrisa siempre me dijo que mentía puesto que un hombre no puede mentir para todo.

-      Yo… Yo… - Decía aquel hombre que tenía el cañón en su cara… - Me mentiste… Me traicionaste… Me acabas de humillar ante mis hombres y ahora ¿me quieres tener como rehén para escapar de aquí?

-      No quiero tenerlo de rehén… - Bajé el arma, le coloqué el seguro y le dí la vuelta para entregársela. – Quiero tenerlo de compañero. Si intentaba de explicarle sobre estas cosas no me lo iba a creer… Por lo que tenía que verla por usted mismo…

El un poco desconcertado parecía dudar en tomar el arma que le estaba entregando… Su propia arma que en ese momento era completamente desconocida para él. Al voltear a ver a mis hombres, estaban manteniendo la puerta lo mejor que podían, pero todos bajaron sus armas en señal de no agresión contra el comandante…

Tomó la pistola, y la estaba comenzando a guardar en su funda, cuando le hice un gesto de negación con la cabeza…

-      Aún le queda un trabajo sucio por hacer Comandante… Debe darles un disparo en la cabeza a sus hombres que acaban de morir por el ataque de esas criaturas.

Su mirada seguía incrédula… no parecía comprender aún que lo que lo habían atacado eran zombies como las malas películas americanas…

En ese momento los dos primeros soldados que habían fallecido por las mordidas, los que habían abierto las puertas comenzaron a moverse aún con los cadáveres de sus agresores sobre ellos…

El comandante Flores comprendió entonces… Que los que acababan de morir de aquella manera empezaban a levantarse… Nosotros no estábamos seguros si los videos que habíamos visto eran exactos, pero una vez el cadáver estaba infectado se levantaba al poco tiempo de haber sido infectado.

El comandante se acercó a los restos de sus hombres, al primero le disparó donde debería de estar el corazón. Seguía moviéndose buscando liberarse del cuerpo que tenía encima.

-      Así no… - Le dije en tono de regaño…  - No gaste balas… En la cabeza es lo más efectivo.

-      No puedo creer que no mueran por los medio normales… - Le disparó en la garganta. – Ese disparo debería haberle roto la yugular, y estarse desangrando, o destruido la columna en su cuello y ¿aún así sigue activa esa cosa?

-      Le recomiendo que se apure… - Le dije con paciencia mientras veía otro de los cadáveres comenzando a levantarse. – Los demás no tardarán en levantarse también. Nosotros no creamos esta mierda, y estamos en contra de lo que se hacía aquí… Pero no nos haremos responsables de las muertes de sus hombres… usted debe acabar con ellos por respeto y por su propio honor…

En la puerta se escuchaba los golpes de los hombres. El les gritó algo en español, creo que recuerdo que era algo así como “Estoy bien, ya dejen de golpear la puerta salgo en un momento…”

Luego le disparó en la cabeza y acabó con la existencia del desdichado. Luego el siguiente y el siguiente… Descargó su arma dos veces para poder acabar con ellos… Se notó que le dolía cada una de las muertes que estaba provocando. Seguro conocía muy bien a sus hombres y los que tenía ahí eran los de más confianza.

-      Ahora hablemos de nuevo de las condiciones amigo… - Le dije en tono calmado… - Yo no quiero asesinar a sus hombres… Solo no sabemos donde está el personal que se suponía debía estar aquí y debíamos sacar… Por nosotros pueden quedarse con esta base y todo lo que en ella está…

Estaba tranquilo que no podrían conseguir nada de mayor importancia, puesto que ya lo habíamos barrido, teníamos en nuestro poder el disco duro del servidor, y la caja fuerte con la muestra era imposible de ser abierta…

El comandante Flores me vio a los ojos… Notaba su tristeza interior, aunque seguía sin borrar su estúpida sonrisa…

-      La guerra crea extraños compañeros de cama mi amigo…

-      Aún más feo, es ver como convierte a los hombres en filósofos… - Le dije recordando alguna cita de la segunda guerra mundial o algún libro que no recordaba quien había escrito… - Y aún a más de ellos en monstruos. Aunque en este caso… Sea demasiado literal.

Nos dimos las manos como presentación y respeto… era momento de salir de aquél lugar…

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