IV
Vientos de Tormenta…
1
Si
nuestros compañeros pudieran ver el horizonte, verían que a lo lejos, en el
infinito firmamento donde el cielo y la tierra se hacen uno, y los antiguos
marineros y piratas creían que se encontraba “El Fin del Mundo”, podrían
observar unas nubes de un color gris, que comienzan a oscurecerse, los rayos
del mitológico Dios Zeus retumban he iluminan lo que en las próximas horas se
convertirá en una fuerte tormenta. El agua que desciende parece un hermoso
manto que separa la realidad de una isla tropical, a una pesadilla.
Sin
embargo Lionell y Atsuko no pueden ver estas nubes que están formándose, que,
si los vientos no son favorables, azotará la isla en apenas unas horas. Ellos
están concentrados en las sombras del bosque, en el camino a sus pies. Puesto
que los animales no están haciendo ningún sonido, cada pisada que dan en el
endurecido suelo, con la alfombra de hojas y ramas caídas, se escucha como el
grito de dolor de la naturaleza, llamando a cualquiera que pueda ayudarla.
Pero
los únicos que están para escuchar ese crujir de las ramas quebrándose baso sus
pies, no son nuestros dos protagonistas… Desde las sombras, escondidos de
manera no intencional detrás de árboles y entre las sombras, ellos simplemente
reaccionan cuando el sonido les pasa por un lado, reaccionan cuando el olor de
la carne viva y sabrosa los alcanza, reaccionan cuando sus destruidos ojos
logran ver la vida fluyendo por el interior de las dos personas que caminan,
con mucho cuidado, por el bosque hacia la estación eléctrica.
Sus
armas no tienen el seguro, ya han tenido que eliminar unos cuantos zombies de
su camino, varios de ellos caminando, y uno que se arrastraba entre las hojas y
parecía una serpiente buscando su alimento.
Una
gota de sudor corría desde la frente de Lionell, descendiendo por un lado de su
ojo izquierdo, la presión atmosférica y el calor estaban atacándolos, puesto
que los humanos aún tienen muchos enemigos, el clima, las enfermedades, la
falta de alimentos, los zombies, las criaturas mutadas por el virus, y los
peores de todos… Otros humanos en búsqueda de su propia supervivencia.
Aunque
de ellos no se ha hablado todavía, ya se podrá conocer sus historias, porque en
este momento, Atsuko descubrirá los miedos que se pueden sufrir en un bosque,
los terrores que pudieron sentir aquellos que creyeron que los muertos no los
alcanzarían en las selvas del amazonas, selvas de America y Europa, donde
fueron a esconderse, sin conocimientos de supervivencia en estos ambientes, y
con una criatura que no sufría ningún tipo de impedimento mayor.
A los
zombies no les preocupa el calor, no les preocupa que una enfermedad los
alcance, no todos tienen conciencia de la cantidad de comida que puede quedar
aún en el planeta, y entre ellos mismos no se estaban matando por un trozo de carne
fresca. Cuando uno de ellos lograba atrapar algo para comer, y llegaba un
compañero, ellos solo se hacen un hueco para comer juntos, sin necesidad de
palabras, sin necesidad de intercambios ni trueques… Podrían ser una sociedad
perfecta, si no fuera por su estado deplorable, y su falta de inteligencia.
Atsuko
da otro paso junto a un árbol que, desde su base, se encuentra rodeado por un
hermoso manto de moho, la rama que se encontraba oculta debajo de las hojas
caídas, o tal vez transportadas por las hormigas, se convirtió en la “señal” de
su atacante.
Cuando
pisó con fuerza y confianza, la rama se partió, su sonido crujiente, despertó
inmediatamente a un zombie que se encontraba en una de las ramas más bajas del
árbol, Nadie sabe desde cuando pudo estar ahí esa criatura, pero en ese momento
cayó desde su rama, y alcanzó a Atsuko, cayéndole encima, derribándola y
golpeándola contra el suelo.
El
grito de ella alertó inmediatamente a Lionell que se encontraba un paso por
delante, y cuando volteó a verla, lo primero que observó fue un grupo de hojas
flotando justo alrededor de donde ella debería de estar detrás de él, caían
suavemente, mientras ella gritaba nuevamente pidiendo ayuda, su arma se le
había caído con el golpe, tenía un brazo en el destruido y descompuesto cuello
de aquella criatura, mientras su otra mano, se deslizaba peligrosamente por su
frente, la piel de la frente estaba resbalosa y viscosa por la descomposición,
esto no le permitía tener un buen control, mientras la criatura poco a poco
aplicaba mas fuerza a su cabeza y su mandíbula se abría y cerraba con fuerza
intentando de morderla. Las manos de aquella criatura intentaban de agarrarla
inútilmente por la ropa, sus dedos habían sido devorados por alguna criatura
cuando aún estaba con vida, y sus palmas carecían de una forma presionar
eficientemente los brazos de Atsuko para sujetarla.
Lionell
se acercó lo más rápido que pudo hasta donde ella estaba, la mano de ella
resbaló, el zombie la había vencido, sentía su fétido aliento descompuesto
golpeando en su nariz cuando se acercaba triunfante hasta su piel.
Un
fuerte golpe la hizo girar noventa grados a su hombro izquierdo, por la inercia
del cuerpo del zombie intentando de seguir la trayectoria de la cabeza. La
patada que Lionell le había propinado a la criatura en la cara, le había hecho
despegarse la cabeza del cuello y rodar como si de un balón de futbol mal
inflado se tratase.
Por el
cuello destruido, caía gironés de carne descompuesta, algunas plumas y pequeños
huesos de criaturas que parecía haberse comido aquél zombie. Al mismo tiempo
que una horripilante familia de gusanos, cien pies, y otras criaturas rastreras
que se estaban alimentando de la carne descompuesta, caían sobre ella.
Asqueada
y asustada, comenzó a golpear el resto del cuerpo para poder quitárselo de
encima, no quería seguir teniendo ese peso muerto sobre su cuerpo, y menos aún
seguir tirada en el suelo donde podría ser victima de otro ataque…
Ataque
que no se hizo esperar…
Mientras
Lionell estaba ayudando a Atsuko a levantarse, con la adrenalina disparada en
sus organismos, sintiendo cada pulsación de sus acelerados corazones golpeando
en los tímpanos, no llegaron a escuchar al zombie que se le acercó por la
espalda de Lionell, arrastrándose hábilmente, sin piernas, y unos brazos con
mucha fuerza, tomó la pierna de él.
Como un
acto reflejo, Lionell al sentir el contacto de las fuertes y putrefactas manos,
llenas de astillas clavadas en la podrida piel, y los brazos cubiertos por las
hojas pegadas a los viscosos líquidos que había chorreado su cuerpo, lanzó la
pierna de un tirón hacia el frente. Este simple movimiento de acto reflejo pudo
ser el que le salvara la vida, pues los dientes del zombie solo se clavaron en
el pantalón, y rasgaron toda la parte inferior del mismo. Se llevó una parte de
la tela en la boca, mientras Lionell caía rápidamente al suelo. Sus brazos
lograron amortiguar la caída, pero no detenerla por completo, y mientras
intentaba de voltearse a ver qué lo había atacado y le había tomado por la pierna
desgarrándole el pantalón, escuchó un disparo, seguido del crujir del hueso
destruyéndose.
La
criatura descendía suavemente, con las hojas cubriéndole el cuerpo, y su cráneo
chocando contra la suave alfombra de la selva. Levantó la mirada y se encontró
con la mano de Atsuko estirada, esperándolo para levantarlo del suelo.
Le dio
la mano, aún podía sentir un poco la viscosidad que había quedado en su piel a
causa del contacto con el zombie anterior, se levantó y quedaron muy cerca,
cara a cara. No había tiempo para momentos románticos, solo alcanzó a decirle
un gracias salido de su corazón, con los sentimientos a flor de piel, cuando
sintieron los pasos de otra de las criaturas acercándose entre los árboles que
aún les separaba de la central eléctrica.
- Ese disparo tuvo que alertarlos…
Mencionaba
Lionell mientras observaba a la criatura salir torpemente detrás de un árbol.
Voltearon a su alrededor, y les pareció ver por lo menos dos o tres más de esas
criaturas moviéndose entre las sombras del denso follaje.
Decidieron
dar un pequeño rodeo, el camino directo a la estación eléctrica no era ya
completamente seguro, y si se quedaban ahí parados serían rodeados, y
posiblemente superados. Parte del entrenamiento que reciben en las bases de
asentamiento, es a no quedarse en una ubicación cuando la misma se encuentra
comprometida. Deben mantenerse en movimiento, o buscar puntos altos donde no
puedan alcanzarlos, cuando el huir se considere imposible.
Comenzaron
a caminar nuevamente, con cuidado para no seguir siendo sorprendidos con otras
criaturas, vigilando también las ramas bajas de los árboles para evitar otro
ataque desde arriba, dejando a los demás atacantes atrás, y sin poder ver sobre
los hermosos copos verdes, las horribles nubes de tormenta que se acercan a la
isla, sin que nadie ni nada pueda detenerla en su camino.
2
Mientras
caminaban por los pasillos, no se escuchaban gritos de dolor, no se escuchaba
mayor movimiento… Las luces de emergencia ya habían fallado en algunas áreas,
si la base se lograba recuperar tendrían que cambiar esas luces…
- Si
se logra recuperar… ¿Qué clase de pensamiento es ese Lori?... Has sobrevivido
años en Argentina sola, sobreviviste con los zombies de tus padres dentro de tu
casa, todo hasta que tu tío los eliminó cuando te fue a “rescatar”, como si eso
pudiera llamarse un rescate…
Los
pensamientos de Lori la mantenían un poco distraída, sabía que había zombies
dentro de la base, cuando la atacaron el objetivo de esas cosas era buscar algo
en su interior, no quería usar su poder, para no decirles que estaba bien, y
que estaba en la base buscándolos para eliminarlos…
Pero
eso también le dejaba cierta desventaja, no podía usar su poder para saber si
al voltear la próxima esquina se encontraría con una horda de zombies o de
criaturas peores… Más aún desconocía por completo de cuantos Psíquicos más
podían estar invadiendo la base.
- Aún
peor es no saber qué pueden estar buscando esas cosas… Al no saberlo pueden
estar en cualquier parte, y metiéndole ideas a los soldados en sus mentes
directamente pueden averiguar lo que sea… ¿Tendrán tanta conciencia como para
organizarse a ese nivel?...
Volteaba
por la esquina, mientras más avanzaban al interior oscuro y húmedo de la base, sabía
que si podían llegar a ese nivel de conciencia, en la esquina del final del
pasillo, se observaba un zombie de pie, su brazo izquierdo lo había perdido
hace un tiempo, y las ropas que cargaban parecían apenas jirones de una bata
que pudo tener encima al momento de su muerte… ¿Un científico o un doctor tal
vez?... no era momento para pensar en algo así…
Les
hizo señas a los muchachos, le informó a uno de ellos que se asomara y le
informara que veía, ya que había un zombie, pero no lograba captar a ningún
Psíquico cerca, quería comprobarlo. Ellos no sabían que les estaba mintiendo,
que no estaba usando su poder, pero estaba segura que no debía decirlo, porque
eso le traería problemas.
El
soldado se asomó por la esquina… Observó con cuidado el zombie con su silueta
dibujada por el foco suave de la luz que llegaba de una luz de emergencia,
agonizando detrás de él. Se volteó a ver a Lori, informando que veía un zombie
normal, nada del otro mundo.
El
soldado apuntaba para disparar a la criatura, comenzaba a posicionar su dedo
sobre el seguro del arma, para colocarlo en posición de un solo disparo. Pero
en ese momento Lori le colocó la mano en el cañón y con un movimiento muy lento
y suave le hizo perder la mira para que no gastara una bala.
Cuando
volteó a verla, esta le estaba haciendo señas a la otra chica de su propio
grupo, no entendía como podía confiar más en ella que en él que tenía
entrenamiento en situaciones de combate, aún más allá de toda comprensión,
estaba enviando a la niña al frente de la situación, hasta donde estaba el
zombie. Si hubiera querido algo silencioso, le hubiera dicho a él mismo, y se
acercaba a golpear a aquella criatura hasta que su cabeza estuviera destrozada.
Y como
un hilo de luz, que atraviesa y corta el aire, observó como la chica, con un
arma que tenía en su espalda, picaba al zombie por la mitad, en forma vertical
de un solo golpe, separando su cerebro en dos partes, y de una manera
completamente silenciosa.
La
chica se acercó de nuevo al grupo, poco a poco, mientras volvía a guardar su
arma en su espalda, aquella espada parecía muy grande para alguien del tamaño
de ella, aún así, su movimiento fue tan grácil como si estuviera hecha única y
exclusivamente para esa niña…
El
soldado retrocedió, entre apenado, molesto y celoso, porque un trabajo que pudo
hacer él, se lo habían dado a una chica, y ella lo ejecutó, posiblemente, mejor
que él… Los chicos se burlarían por los próximos días, no ahora en medio de un
ataque, pero los próximos días los que sobrevivieran y conocieran aquella
historia…
- No te pongas así… - Le contestaba Miguel,
su compañero que siempre andaba junto a él, y quien le tenía mucho aprecio. –
Esa chica es una chica especial, no sabe disparar muy bien, es muy mala con las
armas de fuego, pero tengo entendido que su papá la entrenaba mucho en el uso de
esa espada.
- Y entonces porqué su papá no la mantuvo
con vida y andan por ahí juntos en este mundo tan bonito… - Contestaba Luis,
intentando de conseguir una defensa para evitar ser expuesto y burlado por sus
compañeros.
- Porque su padre, se convirtió en uno de
ellos protegiendo a la familia, y ella fue quien lo eliminó para continuar con
su legado… Ella salvó a su hermano menor, y su madre, ellos se encuentran
seguros en una de las RCV, en tierra firme. Está con nosotros, porque era un
recurso muy valioso.
- De hecho en un momento se pensó en traerla
a la base para convertirla en guardaespaldas del presidente. – Respondía
Carlos, uno de los otros soldados del grupo que seguía los pasos de Lori, quien
continuaba avanzando de manera muy lenta por los pasillos para evitar hacer
ruidos y ser sorprendidos. – Pero cuando el presidente la tuvo en frente, solo
la negó como guardaespaldas… Algunos dicen que por ser muy niña todavía, otros
porque no confiaba en sus habilidades…
- Tengo entendido que a ella se le dijo que
era porque aún no estaban bien entrenadas sus habilidades… - Continuaba Miguel.
– Pero al otro chico… el que tiene el poco de armas…
- Yo escuché un rumor sobre ese muchacho… -
Comenzó Luis, quien se sentía más cómodo, cuando el tema no se centrara sobre
él. – Según tengo entendido a él lo entrenó Latasha Marzolla, una de las
generales de la Unión Soviética ,
o de los Rusos, algo así, y que el muchacho tiene un fuerte nivel de control
sobre muchos tipos de armas de fuego.
- No solo control sobre las armas de fuego,
mantenimiento, combate cuerpo a cuerpo con ellas, y una puntería excelente,
algunos dicen que cada bala que ha salido de sus armas, ha sido un zombie
menos… Si todos tuviéramos la misma puntería que ese chico, la historia sería
muy diferente.
Mientras
Luis comentaba de Latasha, Markus escucho muy levemente el nombre de su
mentora, de la mujer que tanto quería y desconocía si continuaba con vida o
había caído ante los muertos…
- No…
estoy seguro que no ha caído… Latasha es más fuerte que todo esto que está
pasando. – Pensaba Markus para sus adentros – En algún momento tengo que regresar a casa a buscarla… Tengo que
volverla a ver, y saber que está bien.
Un
nuevo zombie apareció por la siguiente esquina, todos se sorprendieron, porque
Lori no les había avisado a ninguno que esa criatura estaba ahí…
La
criatura, se detuvo por un segundo, parecía sentirlos, puesto que comenzó a
voltear hacia el pasillo donde Lori estaba a su lado, a menos de tres metros.
Aunque por la lentitud de la criatura, no tuvo tiempo de reaccionar ante el
ataque a la cabeza que recibió con el cuchillo que ésta le clavo en el cerebro.
Los
demás soldados quedaron pendientes, por si algún otro zombie salía por la misma
esquina… Nadie más salió en ese momento por donde el zombie había aparecido.
Lori
estaba un poco preocupada, mientras mas ingresaban en la base, mas se
encontrarían con estas criaturas, y se darían cuenta que no estaba usando sus
poderes, con cada paso, cada esquina, sería más y más peligroso el ingreso en
la base. En algún momento debería de activar su poder y comenzar a sentir si de verdad es seguro o no la
siguiente esquina, pero quería dejarlo hasta el último momento…
Markus
y Casie se acercaron a Lori, con mucho cuidado y lentamente, mientras ella
seguía concentrada en el zombie que acababa de eliminar, Markus le tocó el
hombro, y esta reaccionó instintivamente apartando el brazo, saliendo de
control la situación, atacando a Markus, deteniendo su golpe única y
exclusivamente por el brazo de Casie que reaccionó a tiempo para detenerla, con
el cuchillo muy cerca del rostro de Markus. Una nueva marca saldría de su
rostro si no la hubieran detenido, pero él no la iba a atacar sin comprobar que
estuviera realmente perdida en su infección…
Se
quedaron viendo las caras los tres por uno o dos segundos… Markus pendiente de
los movimientos que hiciera Lori, Casie aplicando lentamente más fuerza para
retroceder el cuchillo, y Lori analizando y procesando lo que ocurría en todo
alrededor. Parecía que su mente regresaba y se daba cuenta que quien tenía en
frente y la había tocado era uno de los suyos. Bajó poco a poco la fuerza que
aplicaba al brazo con el cuchillo, mientras los tres se relajaban nuevamente.
Markus
iba a hablarle, pero antes de comenzar Lori comenzó sus nuevas ordenes.
- Que estos soldados ingresen en las
habitaciones que hemos dejado despejadas detrás de nosotros… No puedo continuar
así.
- ¿Así cómo?... ¿Así sin usar tus poderes, o
así casi matando a los de tu propio grupo?
Le
respondió secamente Markus… Casie no dijo palabras, retrocedió hasta donde
estaba el resto del pelotón, y les comenzó a dar las órdenes de resguardarse al
resto de los soldados, tendrían que esperar alguna señal de radio, o por los
altavoces para conocer si era o no seguro salir en ese momento por la base.
Comenzó
a discutir con unos soldados, cosa que Lori y Markus no pudieron escuchar el
motivo.
- No he querido usar mi poder para no llamar
la atención. Pero se hace evidente que cada vez nos acercamos más a una zona de
masacre, donde todos están muertos y convertidos, o muy cerca de convertirse en
más de esas cosas…
- Y no has querido decirlo porque estos
hombres esperaban que estuvieras usando tus poderes para protegerlos en caso
que estuvieran cerca ¿verdad? – Le respondía Markus a Lori…
- También porque tengo algo de miedo de
arriesgar demasiado la vida de esos hombres bajo mi mando… No me considero aún
lista para comandar a un pelotón completo. Apenas si puedo con nosotros mismos
por la confianza que nos tenemos, y que sé que si fallo en algo ustedes me lo
dirán inmediatamente, o por lo menos lo discutirán
- Eso no quiere decir que no pudieras tomar
decisiones correctas… - Markus la veía directo al ojo descubierto. – El que no
estés usando tus poderes también los protege de que recibas otro ataque y te
conviertas en una carga para nosotros. Tu eres la líder, y has dado las ordenes
que has considerado las correctas, como allá atrás le pediste a Casie que
eliminara al zombie sin hacer ruido, o ahorita ordenándoles a resguardarse…
Casie
se acercaba de nuevo a los muchachos, algunos soldados se habían ya retirado
para resguardarse en habitaciones, en grupos de tres personas. Así podrían
ayudarse si escuchaban algo, o incluso para protegerse de ilusiones, o eso
esperaban. Pero habían cuatro soldados que no se habían retirado en ese
momento, se quedaron de pie donde estaban, juntos y en espera de lo que
conversaría Casie con Lori y Markus.
- Estos cuatro dicen que no se van a
retirar, que nos acompañaran sin importar las consecuencias…
Lori
volteaba a ver a los muchachos… Inmediatamente se dio cuenta que uno de los
muchachos que se quería quedar en el grupo era Matías, sintió indignación,
dolor y rabia, que no le hiciera caso a sus ordenes…
Markus
reconoció en los otros tres a los chicos que conversaban sobre las habilidades
de ellos y lo que conocían de cada uno, momentos antes.
Lori
iba a acercarse a regañarlos por no acatar una orden directa, cuando Casie la
volvió a tomar por el brazo…
- Antes que los regañes, recuerda que no
estas usando tu poder, que ellos se están ofreciendo voluntarios para no
quedarse como unos miedosos encerrados, mientras nosotros hacemos el trabajo
pesado, y aún más allá… sentí que nos tienen cierto respeto que los demás no
nos tienen, y podríamos necesitar respaldo.
- Pero también pueden retrazarnos o darnos
razones para matarlos si se nos atraviesan en el fuego cruzado y no siguen mis
ordenes.
Se
soltó de Casie de un tirón en el brazo y continuó caminando hasta los
muchachos. Markus y Casie veían a Lori caminar de manera firme hacia los
muchachos cuando conversó con ella.
- ¿Los convencerá de quedarse atrás?
- Esos hombres quieren dar su vida por el
bienestar de todos, y no aceptarán una orden de retirada… - En los labios de
Casie se dibujó una suave silueta de una sonrisa… - Además, él la ama demasiado
como para dejarla sola, y eso la terminará de convencer por los demás también.
Lori
alcanzaba a los muchachos… Pero antes que ella comenzara siquiera a hablar
Matías adelantó un paso, la sostuvo por los hombros y le dio un nuevo beso en
los labios que ni ella, ni los demás se esperaban…
- ¿Sabías que iba a hacer eso?
- Nadie puede saber como reaccionaran los
enamorados en ciertas situaciones extremas pequeño…
Matías
y Lori se apartaron, él le colocó un dedo sobre sus suaves labios que se habían
“derretido” ante aquél beso, deseado y sorpresa al mismo tiempo…
- Antes que nos quieras devolver, hemos
decidido seguirte hasta el infierno si es necesario. Yo más que cualquiera de
ellos, pero cada uno ha tomado por voluntad propia las riendas de sus vidas, no
más escondernos, no más esperar encerrados ordenes, no más estar sobreviviendo
con las sombras de los muertos encima, queremos comenzar una verdadera
reconquista, y tú eres parte esencial de nuestro futuro… Eres mí futuro… y para
poder alcanzarlo debemos caminar juntos…
Ella se
quedó en silencio… sabía que podía repicar, que podía decirle mil y una razones
para que no los acompañaran en medio de un ataque de Psíquicos, todas las tenía
en la punta de la lengua para comenzar a desperdigarlas a los cuatro vientos…
Pero sus ojos… la sensación de sus labios suaves sobre los suyos, el corazón
tocando la dulce canción de los Ángeles…
- Si cualquiera llega a fallar, mátanos para
no convertirnos en un inconveniente más. Pero no nos dejes morir lentamente
detrás de una puerta sin poder ayudar.
Lori no
podía responder… Sabía que debía responder pero no era capaz de decir las
palabras que tenía en mente.
- Si cualquiera deja de seguir mis órdenes
lo tomaré como un enemigo que ha sido tomado por un Psíquico y será eliminado.
- ¡Comprendemos!
Respondieron
al unísono los cuatro hombres…
- Entonces continuemos…
Dejando
el grupo mayor detrás, Lori debía sentirse más segura de cada paso, era un poco
menos de responsabilidad. Sin embargo Matías seguía con ella… Eso le daba
confianza, y al mismo tiempo le hacía temer aún más por su seguridad.
Desconociendo,
donde se encontraba el líder de este grupo de Psíquicos, y que el mismo ya
estaba muy cerca de su objetivo final en los niveles más profundos y secretos
de las instalaciones…
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